La revista independiente Sideguise, que recopila trabajos de diferentes artistas jóvenes, presenta su nuevo número con una idea central: lo dirty. Acudimos a su presentación en Habitación Número y hablamos con su director Jorge Ariza.
The Dirty Issue es el segundo número de la revista y, según su creador y director Jorge Ariza, más personal y provocativo. Jorge opina que una obra de arte sin reivindicación no tiene sentido; ya existe mucho arte estético, es hora de dotarlo de contenido. La presentación en Habitación Número también siguió esa línea; con las revistas envueltas en un plástico negro, crearon una lancha que evocaba al narcotráfico de cocaína del norte de España. De esta manera, querían transmitir el tráfico del arte, en palabras de Jorge: «venderse al diablo».
Y es que Sideguise nace como una alternativa a la normalidad y encorsetamiento de las publicaciones editoriales, de la moda orientada al consumo y del arte estéril y banal. La publicación trata de ser una especie de objeto de coleccionista que incita a la reflexión y al diálogo, en oposición a la clásica revista de moda cuyo contenido se reduce a las tendencias de temporada.
Jorge nos cuenta que la revista es un trabajo entre amigos y que lo hacen cuando tienen tiempo. Aunque al fin y al cabo no sea un trabajo estable del que poder sacar beneficio económico; sí que la satisfacción de ver algo propio les compensa. Claro que la financiación sin beneficio es algo difícil, y para ello hicieron un crowdfunding ofreciendo a cambio un anuncio en la revista. También colocaron anuncios en forma de cartel por las calles de Madrid días antes de la presentación. Los carteles anunciaban cosas como bebida de pis o crema de semen, acompañados de una fotografía explícita. Según Jorge, la provocación de los carteles era, ante todo, infantil y divertida, una especie de «caca, culo, pedo y pis». A pesar de que no se toparon con ningún incidente, nos cuenta que muchos han aparecido recortados por las zonas más explícitas, como tratando de censurarlo.
La idea de lo dirty se le ocurrió a Ismael Santos y Jorge fue quien contactó con los artistas que le parecían más interesantes para que hicieran lo que les apeteciera. Querían reivindicar desde lo sucio, sobre todo en este año de pandemia en el que se nos ha exigido un esfuerzo superior en la limpieza. En la revista también prepondera lo explícito, sin ningún tipo de censura, pero con un discurso detrás. No se quieren quedar con la típica escena pornográfica que vende y da morbo.
Así, podemos encontrar trabajos como el de Robert Andy Coombs (@robertandycoombs2), un chico de Miami que habla sobre lo que es ser minusválido y mantener sexo. También nos topamos con una entrevista a la cantante Yurena, que para Jorge es el claro ejemplo de icono musical denostado por la sociedad tanto por su vida como por sus letras; pero que aún así acabó trascendiendo a la música que se estaba haciendo en ese momento.
Sideguise: The Dirty Issue está dividida en varias partes que van desde las imágenes menos explícitas a las que más. Estas divisiones se distinguen por el color de las páginas, comenzando por blanco y acabando en negro, aunque eso no significa que el contenido sea menos provocativo; en las páginas blancas la provocación se encuentra en el texto.
Tanto Jorge como el equipo tienen ganas de seguir trabajando en la revista, pero también piensan que el proyecto tendrá que buscar maneras para mantenerse. Quién sabe, quizá sea un trabajo principal en el futuro. Para ello, tienen que cambiar las cosas, entre ellas la valoración que le damos a la moda y a sus diseñadores. Pero, sin lugar a duda, este tipo de proyectos jóvenes son una luz en el camino.
Para más información, visita la web de Sideguise.
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