Una reflexión sobre el acto de posar como forma de actuar y personificar que da vida a prendas y accesorios. Así es la última campaña de LOEWE SS23 para mujer, fotografiada por David Sims y protagonizada por la embajadora global Taylor Russell.
Se trata de un estudio en ciernes, una representación del proceso en un ambiente improvisado o con un limbo blanco como fondo. ¿Realidad o ilusión? La cuestión queda, deliberadamente, sin respuesta.
Mientras, Taylor demuestra sus dotes interpretativas ante la cámara sentada en el suelo o reclinada en un sofá acompañada del bolso Paseo, una elegante creación en cuero napa con suaves y característicos pliegues y asas ensartadas. Russell expone también las virtudes del bolso Goya Puffer mientras mira directamente al objetivo y luce un jersey pixelado como si ella misma fuera un recorte. Y es que, de hecho, en una de las imágenes ella misma es un recorte. Una vez más: ¿Realidad o ilusión?
El decorado se hace evidente. Los fondos están pegados a la pared o colocados sobre el sofá. Una alfombra está descolócala. Todo parece una especie de ensayo, detenido a medio camino. Una cruda representación de lo que es tomar una fotografía.
Los accesorios son los protagonistas de las naturalezas muertas que recuerdan a los bodegones clásicos sobre fondos negros y dramáticos, entremezclados con antiguas vajillas de plata y esculturas de mármol envejecido. El metal brillante de los candeleros y las teteras crea un juego de reflejos, distorsionando los halos y los detalles de los artículos de LOEWE que se reflejan en ellos (el bolso Paseo, las gafas de sol Wave Mask, el zapato de espuma COMIC, el bolso Goya Puffer plisado…) creando un diálogo con su experta artesanía.
El efecto es de suspense y desconcierto. La puesta en escena se revela sin tapujos como lo que es: Una puesta en escena.
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