Hace tan solo 10 días, Blumarine desvelaba su campaña SS23 donde exploraba el universo acuático a través de figuras mitológicas. Ahora, para FW23, cambia el agua por el fuego con una propuesta mucho más firme.
Nicola Brognano ha conseguido fusionar su identidad sartorial de esencia Y2K con algunos de los elementos más características de la década de los 80s como le estética boho-chic. De esta forma, las botas de punta, los pantalones cargo y las faldas estructuradas se encuentran con blusas con volantes, chalecos de piel o vestidos de flecos.
Los conjuntos drapeados y metalizados no pasaron desapercibidos, mientras que los detalles de hebillas adornaban muchos de los diseños. Por último, las piezas exteriores se abrían paso en colores más atrevidos como el coral o el verde desgastado. Todo ello sobre una pasarela apocalíptica creada con musgo y tierra, con la icónica B de Blumarine en llamas al fondo.
Y hablando de la Semana de la Moda de Milán… ¿Qué te ha parecido la última propuesta de Miuccia Prada y Raf Simons?
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