Infinidad de diseñadores están concibiendo como fuente inagotable de inspiración esta marca que definió la estética workwear, reinterpretando su arquetipo desde la esfera subcultural para descontextualizarla y convertirla en un producto elevado y sofisticado de moda urbana.
Las creaciones de Carhartt y sus códigos de diseño distintivos han estimulado a lo largo de los años un sinfín de reinterpretaciones llevadas a cabo por parte de marcas high-end, como las que pudimos ver reflejadas en el desfile de Miu Miu FW23. Una propuesta en la que las sudaderas con cremallera hiper-estructuradas y su chaqueta marrón con el cuello negro en contraste parecían evocar las clásicas chaquetas «Detroit» y «Light Lux» de la marca.
Sin embargo, la reinterpretación de Miu Miu no fue un caso aislado. Balenciaga presentó asimismo en su colección «Fitting Rooms» para FW23 chaquetas con cuatro bolsillos y un logo cuadrado que nos recordaba directamente al modelo «Michigan» de Carhartt. Referencias que se reconstruyen y reimaginan por parte de estas marcas que toman como referencia creativa tanto sus siluetas como algunos detalles concretos, como la disposición de los bolsillos, los cuellos en tonos discordantes o el uso del color tabaco. ¿Estamos ya ante la Carhartt-ización de la moda?
RECONSTRUYENDO EL WORKWEAR
Y es que, más allá de esas versiones de lujo, si hacemos scroll por su historial, y un recorrido por las pasarelas de las últimas temporadas, podemos ver como Givenchy se inspiró asimismo en su imaginario para presentar un rediseño de sus pants «Double Knee», mientras Loewe SS23 reimaginaba paralelamente su chaqueta «Car-Lux» y su polo «Cord Rugy». Asimismo, otras casas de culto como Alexander McQueen o Gucci se adentraron en el icónico archivo de Carhartt para rescatar y elevar la chaqueta vaquera «Chore» al estrado de la alta costura.
Todas estas firmas, que han sido estimuladas por la expresión creativa de la firma neoyorquina y su resistencia dentro del sistema, han hecho evolucionar así de manera colectiva el vestuario laboral hacia una era post-streetwear y/o post-workwear en la que parece neutralizarse la excentricidad de Supreme, para dar paso a una estética más simple, reducida al minimalismo y a la sofisticación urbana con los que construir “nuevos clásicos” que duren para siempre.
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