Del 13 al 31 de diciembre Mercurio retrograda por última vez en 2023, y antes de que te lleves las manos a la cabeza, te explicamos los motivos para reconciliarnos con el injustamente denostado Mercurio.
Lo primero es aclarar que el planeta Mercurio en sí no retrograda, es decir, no retrocede. Se trata de una ilusión óptica creada por el resto de planetas donde estos se mueven a diferentes velocidades y es por eso que parecen retroceder. Es importante reconocer esta ilusión, ya que en muchos casos nuestro inconsciente colectivo se retroalimenta de profecías catastróficas asociadas a este fenómeno astrológico.
«Mercurio es el planeta de la comunicación, de la mente, la estrategia y la inteligencia. Y es por eso que podemos decir que representa la racionalidad dentro de todos nosotros», explica Ana Lorente, coach laboral y astróloga, fundadora de Muy Ciela. Los efectos negativos que tiene son de sobra conocidos: mala comunicación, ambiente cargado, malos entendidos o torpeza a la hora de racionalizar, entre otros. Incluso son conocidos los fallos en dispositivos y conexiones.
Sin embargo, estos efectos tienen una función, y es que cuando Mercurio retrograda no lo hace para fastidiarte los planes, sino con un importante propósito: invitarte a introspectar. Es por ello que durante esos momentos nos encontramos ante unaoportunidad para frenar el flujo de comunicaciones externas, pudiendo parar a invertir nuestro tiempo en comunicarnos con nosotras mismas. Cuando un planeta retrograda nos invita a revisar y mirar hacia dentro, en forma de introspección.
En los días en los que Mercurio retrograda tienes que replantearte cómo te comunicas, ya que cuando ocurre este fenómeno tenemos la ilusión de que todo se para o funciona de una forma más torpe. Se trata de la energía disponible invitándote a echar el freno y a contestar preguntas incómodas. ¿Me comunico de forma correcta? ¿Desde dónde me relaciono con el exterior? ¿Cuál es el verdadero propósito de mis objetivos? o incluso, ¿Para qué utilizo mis conexiones -personales y digitales-?
Que Mercurio retrograde nos entorpece en lo racional, y esto es tremendamente necesario. «Nuestra parte más racional y estratega se pausa, no para hacernos sentir inútiles, sino para dar paso a nuestra introspección, dejando espacio a nuestras emociones. La mente necesita parar y dejar el micrófono abierto a nuestro corazón«, defiendee Ana Lorente, coach laboral y astróloga, fundadora de Muy Ciela.
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