La manicura rusa, a menudo conocida como «manicura seca», es una técnica para el cuidado de las uñas que hace hincapié en el mantenimiento de la cutícula. Es decir, se hace con el torno y deja las uñas totalmente limpias, sin cutícula. Se llama ‘rusa’ porque fueron las primeras en trabajar esta técnica. De hecho, se trata de una técnica profesional meticulosa que sólo manicuristas profesionales son capaces de realizar.
En lugar de utilizar las limas tradicionales, la manicura rusa necesita de un torno para el proceso de limado y para dar forma a las uñas de forma rápida y precisa. De esta forma, quedan totalmente limpias, se suavizan las irregularidades de la superficie y el resultado son unas uñas pulidas y uniformes que pueden durar hasta un mes. Este tratamiento normalmente tarda entre 1’5 o 2 horas en realizarse.
¿Cómo se hace la manicura rusa?
La diferencia fundamental con una manicura normal hecha por profesionales radica en la fase de limado. Los pasos serían:
- Preparación de las uñas retirando cualquier esmalte de uñas previo para que queden totalmente limpias.
- Limado utilizando un torno eléctrico. Mediante movimiento suaves y precisos, la especialista irá dándole forma a las uñas, eliminando asperezas e irregularidades.
- El paso siguiente será el cuidado de las cutículas, retirándolas suavemente y eliminando el exceso de piel.
- Finalmente, se procede al esmaltado en caso de que queramos hacerlo, seguido de una correcta hidratación para mantener las uñas y las manos cuidadas.
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