La relación de Tiger Woods y Nike ha terminado. Un mensaje publicado el pasado lunes por el legendario jugador del golf daba a conocer el final de una vinculación que se inició en 1996, cuando Woods solo tenía 20 años. Para el golfista, el resultado han sido unos ingresos estimados en 500 millones de euros; para Nike, los beneficios son incalculables. La marca apostó por el deportista cuando solo era una gran promesa, incluso lo apoyó en los peores momentos de su carrera, incluso cuando la compañía dejó de fabricar material de golf. En el ámbito de la la publicidad, la relación entre Woods y Nike ha dejado algunos grandes anuncios.
El matrimonio Tiger-Nike comenzó en 1996, antes incluso de que el californiano se hiciera profesional y disputara su primer torneo con esa condición (ya había jugado otros aún como amateur), el Greater Milwaukee Open, en agosto de ese mismo año. Tras varias temporadas negociando con la firma, Hughes Norton, su primer agente en IMG, le presentó la oferta final: 40 millones de dólares por cinco años. Lo nunca visto. Hasta entonces el patrocinio más potente jamás firmado en este deporte hasta la fecha era el de Greg Norman con Reebok, de unos dos millones y medio al año. “Bueno, supongo que no está mal”, fue la reacción de Woods.
“Hace 27 años tuve la suerte de comenzar una relación con una de las marcas más icónicas del mundo. El tiempo transcurrido desde entonces ha estado plagado de momentos alucinantes y grandes recuerdos que podría estar relatando una eternidad. Phil Knight (CEO y fundador de la compañía con sede en Oregón, EE UU) creó esta relación entre Nike y el golf y quiero darle las gracias personalmente, así como a los empleados y a otras figuras del deporte con las que he tenido el placer de trabajar a lo largo de este camino. La gente se preguntará si habrá otro episodio. Sí, ciertamente lo habrá. ¡Nos vemos en Los Ángeles!”, publicaba Tiger.
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