Un texto de Ana Franco.
TAG Heuer, una de las firmas de relojes suizas más conocidas en España, ha elegido la soleada Miami para sorprender con su último lanzamiento, uno que no da la hora. Esta vez, la compañía propiedad del coloso del lujo francés LVMH ha presentado una colección de gafas de ver y de sol de alta gama que bien podrían lucir Rosalía y Rihanna, pero también el ciclista Jonas Vingegaard, ganador de los últimos dos Tour de Francia, y hasta Carlos Sainz (padre e hijo) cuando conducen. Porque son vanguardistas y cuentan con altas dosis de innovación y un aspecto deportivo.
No es la primera vez que la enseña se adentra en este sector. Entre 2002 y 2016 comercializó modelos como Reflex y 27º junto al fabricante de gafas francés Groupe Logo. “Fue un gran éxito, se vendieron más de 400 pares de gafas, pero en aquel momento el equipo no estaba muy contento con los diseños y la tecnología. No tenían el socio adecuado”, dice Julien Tornare, que desde el pasado 1 de enero ejerce como consejero delegado de TAG Heuer. “Ahora el potencial es enorme, porque los ópticos recordaban a TAG Heuer como una marca fuerte en gafas y pedían su vuelta, y además nos hemos asociado con Thélios [el productor de gafas que también pertenece a LVMH]”.
Ambas, Thélios y TAG Heuer, han llevado a sus gafas nuevos materiales alejados del plástico, el pegamento y el acetato anteriores. Emplean grafito reciclado, fibra de carbono, titanio y fibras bionylon, que no proceden del petróleo sino del aceite de ricino. También utilizan oro y platino en algunas lentes porque dicen que mejoran la claridad visual, y con ello llevan la funcionalidad y el rendimiento de los relojes TAG Heuer al mercado de las gafas.
Han alumbrado tres líneas de producto pensadas para otros tantos estilos de vida: Pro Performance, indicada para realizar deportes extremos y aventureros como trotar por las montañas; Sport Performance, para atletas más relajados, que practiquen golf y/o jogging con estilo; y Daily Performance, para llevar a diario, en la oficina y de turisteo, brindando un toque sport a cualquier atuendo.
Las gafas TAG Heuer son muy ligeras y resistentes, no pesan y sus patillas flexibles negras no se ajustan detrás de la oreja, sino en la cabeza. De colores minerales, se han fabricado en Europa, y se ofrecen en cinco diseños, con distintas monturas. Las Shield Pro, por ejemplo, tienen lentes intercambiables, y su plaqueta nasal se acomoda a cada nariz.
Su precio medio es de 400 euros (oscilan entre 315 y 1.200 euros), y las de sol se venderán a partir de marzo en algunas tiendas seleccionadas de TAG Heuer (en Madrid, en la de la Calle Serrano), mientras que las de ver se encontrarán en ópticas. También se despacharán online.
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