Ubicado en el barrio de Saint-Thomas d’Aquin, fue el hogar del diseñador durante sus últimos diez años de vida.
Exclusiva y futurista, la vivienda fue remodelada por el mismísimo Karl Lagerfeld, quien decidió añadir elementos distintivos como suelos de hormigón, paredes de vidrio, estanterías de cristal y una cocina en acero inoxidable. Está ubicada en un edificio del siglo XVII y cuenta con 200 metros cuadrados repartidos en diferentes habitaciones y un gran vestidor, además de vistas impresionantes al Sena así.
Si bien es cierto que gran parte del mobiliario y de las obras de arte que decoraban el apartamento fueron subastadas en Sotheby’s en los últimos años, la venta se cerró por 10 millones de euros (el doble del precio orientativo).
Desliza la galería superior y descubre algunos detalles del inmueble.
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