Un discurso en el que el mundo imaginario se entremezcla con las nociones contemporáneas de la realidad y nos anima a cuestionar todo aquello que percibimos.
La Fondazione Prada se convertía durante la jornada del domingo en una especie de portal mágico que conectaba el mundo real con un universo imaginario donde nada es lo que parece. Una oda al surrealismo y una invitación a observar con detenimiento todos y cada uno de los detalles que, a simple vista, parecen simples, pero si los analizas desde cerca puedes descubrir nuevas percepciones mucho más dinámicas.
Al fondo de la pasarela, en lo alto de la esquina derecha, se erigía una misteriosa cabaña blanca conectada por un puente desde donde salían uno a uno los modelos, desvelando la propuesta SS25 del aclamado dúo creativo formado por Miuccia Prada y Raf Simons. Las prendas de punto en forma de jerséis con cuellos en pico, cárdigans o polos de manga corta de colores vibrantes se combinaban con pantalones en tonalidades más sutiles propios de la herencia sartorial de la casa; mientras que las camisas se retorcían en la parte inferior de la espalda y se recortaban para ofrecer nuevos cortes que se adaptan al torso.
Algunos de los diseños más relevantes de la colección hacían referencia al paso del tiempo a través de pieles y acabados envejecidos, con proporciones exageradas y acabados brillantes. Es el caso de las gabardinas de piel, las sudaderas con capucha o los bolsos de mano de gran tamaño. También se celebra el arte de Bernard Buffet, cuyas obras expresionistas se apoderaban de las camisetas en forma de coloridos gráficos.
Bienvenidos a la utopía de Prada, donde se respira libertad, optimismo y juventud.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
Podría interesarte…