El debut de Martine Rose(@martine_rose) en la Semana de la Moda de Milán era uno de los desfiles más esperados de la temporada, y aunque venía después de un plato fuerte del día-la cita con Miuccia Prada y Raf Simons-, había una tremenda expectación por ver como ese universo underground de la diseñadora británico-jamaicana se enmarcaba dentro del programa de Milán. Al menos para los afortunados que tuvimos la oportunidad de asistir a su show, Martine Rose mantuvo vivo el espíritu de su amada escena rave londinense.
Panfletos en el suelo, fruto de sus referencias, imágenes de archivo e inspiraciones nos recibían en el suelo de un espacio lleno de andamios con sábanas recicladas. Parecían reminiscencias de los restos de una rave, la zona de confort de la gente disidente, underground, a los márgenes de las convenciones; esa gente bien amada por Martine Rose.
A Rose nunca la verás contar las realidades de la gente normal, más que nada porque nunca se ha sentido cómoda en ese tipo de tesitura. Para ella se trata de encontrar la belleza desde un enfoque anti-formula, fuera de lo obvio: “No me gusta la belleza convencional en ninguna de sus formas.” Por eso está temporada prueba con un look confrontacional caracterizado por pelucas enmarañadas a la altura del culo y casi hasta el suelo y prótesis nasales de color látex que se convierten en definidores de siluetas por derecho propio. En backstage, la diseñadora nos cuenta que hay algo sexy en ellos: «quería crear estos personajes que amo, para mí son inspiradores, y se trata de eso. Ya sabes, hay una sensualidad, una especie de oscuridad, y humor en todos ellos.”.
El eslogan “Local Hero”, inunda las gorras de la colección celebrando los valores fundamentales de la marca, y a sus personajes. Algunos de los héroes locales llevaban elementos de archivo como abrigos o chaquetas usadas como camisas. En una interpretación literal de la autorreferencia, una camisa de fiesta está estampada con las fotos de pasaporte del equipo del estudio y sus familias. Otra parte del séquito combinan elementos de sastrería con ropa típica del club, añadiendo cinturones con hebillas inspiradas en el decantador de jerez, que están forjados con el argot callejero “Bait” y la palabra “Eros” o “Rose”. Como un guiño a sus raíces jamaicanas, también introduce en alguno de sus héroes callejeros una riñonera de crochet colgada al cuello, como queriendo protegerla de los ladrones, en medio de una fiesta.
Ese lugar propio de los héroes de la diseñadora, vio la continuación del diálogo creativo entre Rose y Clarks con la colección ‘Coming Up Roses’; en ella, las emblemáticas Desert Boot, Desert London y las siluetas Dress exponen la construcción de corte bruto y exagerando la artesanía de cada diseño. La diseñadora también se dejó llevar por su pasión por el futbol y además de incluir sus míticos jerséis en la propuesta también introdujo la nueva Nike Air Tiempo, que, por si quedaba alguna duda, no forman parte de una colaboración oficial con Nike. ¿Quizás un pequeño adelanto de lo que está por venir entre la diseñadora y la multinacional del deporte?
Martine Rose ha podido desfilar en Milán, pero no ha olvidado sus raíces en ningún momento. La diseñadora ha traído su amado Londres a una de las capitales de la moda más importantes del mundo y aunque sea “duro estar lejos de casa, no quiero quedarme nunca en un espacio seguro, porque entonces se vuelve aburrido y repetitivo. Así que estoy fuera de mi zona de confort, me gusta estar fuera de mi zona de confort, porque entonces siento que puedo crear algo nuevo”. Y aunque Pitti ya fue una apuesta arriesgada, pero muy exitosa en su ejecución, Milán también ha sido una oportunidad de oro para que cualquiera que no haya visto uno de sus espectáculos antes. Vuelve pronto, Martine!
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