Son las 10:00 de la noche y estás en el sofá de tu casa haciendo scroll con el móvil. Quien te vea, puede creerse que estás mandando un email, pero la realidad es que llevas una hora viendo TikTok. En esos 60 minutos, es probable que te hayan salido cinco o seis vídeos de diferentes usuarias que han probado el nuevo producto viral, comentando cómo les ha cambiado la vida y que ya no saben vivir sin él.
Caes en la trampa y haces click en su web, quizás hasta tienen un descuento y… ¡atrapada! De repente, has hecho un pago de un producto que, cuando llega, no te da ni tanta luminosidad, ni te hidrata tanto y, además te produce granitos y rojeces. ¿Cómo es posible? Pues muy sencillo, porque no todo el mundo tiene la misma piel ni las mismas necesidades. Te contamos qué hacer para acertar con tu rutina de skincare.
Escucha tu piel
No escuches tanto lo que dicen otros, sobre todo si son usuarios reales y no expertos como tal, porque lo que les funciona a ellos, no tiene por qué funcionarte a ti. A quien sí tienes que escuchar es a tu piel. “Si ves demasiados brillos, puede ser que tengas que hacer un tratamiento seborregulador. Si hay puntos negros, una exfoliación no te vendrá mal. ¿Se te enrojece fácilmente? Se llama hipersensibilidad y debes utilizar cosméticos de acción calmante”, explica Daniel Jiménez, cosmetólogo y director técnico de Skin Generics y CEO de BeLab Services.
Asesórate por expertos
¿Que, aún escuchando tu piel, no consigues entenderla? No te preocupes. Hay más opciones. Lo más fácil es que, por ejemplo, acudas a las webs de tus firmas favoritas. Ahí, en vez de irte a lo más viral, busca los productos en base a lo que necesitas. “Cada vez, encontramos más webs que ponen a disposición secciones en las que se pueden localizar los productos por preocupación, por ejemplo, para tratar la falta de luminosidad, para reducir las manchas, etc.”, añade el experto.
Desde luego, siempre es una buena opción ir a un centro de belleza o a un dermatólogo, pero que sepas que también puedes encontrar soluciones desde la comodidad de tu sofá, ya que puedes incluso ponerte en contacto con las marcas que te interesan y que te asesoren escribiendo a su Instagram o mandándoles un mail.
Los problemas más comunes
De todas maneras, te damos unos tips para resolver las cuestiones que más se suelen repetir. Si tienes “puntos negros, granitos y grasa en la piel, lo mejor es una rutina rica en ácidos exfoliantes y seborreguladores. En pieles normales se puede optar por productos ricos en ingredientes como el ácido salicílico y en pieles sensibles, hay que optar por alternativas más gentiles, como el ácido lactobiónico”.
¿Te salen rojeces con facilidad? Eso es que tienes la piel sensible. “La sensibilidad cutánea requiere que huyamos de fórmulas ricas en activos justo como los anteriores, en pro de otras que equilibren y tengan función antiinflamatoria, como la niacinamida. Aparte, las pieles sensibles se benefician mucho de complejos hidratantes ricos en ácido hialurónico”, añade.
Si tu preocupación ya son los temidos signos de la edad, “lo mejor es usar productos que potencien la regeneración de la piel y la ayuden a producir más colágeno. Aquí, pueden ser de utilidad, sin duda, el retinol y otros ingredientes como la vitamina C”, defiende el cosmetólogo.
¿Tienes la piel muy seca? Entonces lo que necesitas es “aportar humedad a los tejidos y reponer la función barrera. La hidratación la conseguirás con productos ricos en ácido hialurónico y la barrera de la piel la puedes potenciar con ingredientes como la vitamina F o las ceramidas”, sostiene.
Otra preocupación muy común son las manchas, que “podemos intentar revertir con ingredientes regeneradores como los hidroxiácidos o, de nuevo, el retinol. La vitamina C también ayuda a unificar el tono y, además, inhibe la producción de melanina”, concluye Jiménez.
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