Aquasella 2024 se despide dejando tras de sí un mar de emociones, con una edición número 27 que se sintió como un reencuentro entre viejos amigos. Desde el miércoles 14 de agosto, cuando los primeros campistas empezaron a llenar el «Prau» en la finca Merediz de Arriondas, ya se respiraba esa vibra única de comunidad que solo un festival como este puede generar. La espera había terminado: cuatro días de techno ininterrumpido, con un cartel que prometía y cumplió.
El jueves arrancó con la jornada Welcome Aquasella, donde los beats comenzaron a resonar en los escenarios principales. En el Open Air, Amber Broos y Paula Cazenave caldearon el ambiente, pero fue Fátima Hajji quien cerró la noche con su ritmo inigualable. Mientras tanto, en el Escenario El Bosque, la crew de Rebels sacó a relucir su arsenal con sets vibrantes de Anna Tur y David Penn, que supieron mantener el groove entre los árboles. La noche se sentía como el preludio de lo que vendría.
El viernes, todo subió de nivel. Chelina Manuhutu y Jamie Jones pusieron el Open Air patas arriba, pero fue Deborah De Luca quien logró uno de esos cierres que se quedan grabados. En El Bosque, el B2B de Ben Sims y Óscar Mulero se convirtió en una masterclass de techno, mientras que Freddy K y The Lady Machine nos llevaron en un viaje sin freno hasta la madrugada. La Carpa La Real, donde Real Ravers tomaba el control, fue un caos en el mejor sentido: SNTS y Daria Kolosova destrozaron la pista.
El sábado llegó con lluvia, pero eso no hizo más que añadirle un toque épico a la jornada más multitudinaria. La carpa de La Real, esta vez comandada por el sello Duro, nos regaló sets llenos de intensidad: Frank Kvitta y el live de Wallis dejaron claro que el techno más duro sigue dominando, y Sara Landry remató con un cierre que nos dejó sin aliento. En el Open Air, Dave Clarke y Black Lotus nos dieron una lección de cómo se hace un B2B, mientras que Richie Hawtin demostró por qué sigue siendo uno de los grandes. El set de Marcel Dettmann y Cem fue un viaje oscuro y profundo, el cual dio paso a la despedida ya clásica con Cristian Varela y DJ Pepo, un broche perfecto que ya es una tradición.
Hasta la próxima, Aquasella. ¡Nos vemos en 2025 para la edición 28!
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