Coach se apoderó de High Line en Nueva York para su desfile Primavera 2025, llevando la esencia de la ciudad a la pasarela en un giro fresco. Ya sabemos que si hay algo que Coach domina es transformar lugares icónicos de NYC en escenarios únicos para sus desfiles (recordemos la Biblioteca Pública de Nueva York y el Park Avenue Armory en temporadas pasadas). Esta vez, la marca se salió con todo, soltando a sus modelos alrededor de una imponente escultura de árbol rojo en el espolón elevado del parque.
“Mi visión para Spring era mostrar ropa real en un entorno urbano real y relevante”, cuenta Stuart Vevers, el cerebro creativo detrás de la marca. “Estamos rediseñando estas piezas pensando en los valores de una nueva generación que las está descubriendo por primera vez”. Vevers tiene el radar bien calibrado en la Gen Z; lo demuestra con un casting lleno de caras frescas, amuletos colgando de sus bolsos, vestidos de satén para noches en el downtown y pantalones sacados de un skatepark.
“Esta colección se trata mucho de la personalidad”, añade Vevers. “Hemos tomado piezas arquetípicas y las hemos transformado para que sean únicas para quien las lleva, jugando con las proporciones, el estilo y adornos lúdicos que rompen con la idea del ‘lujo’ tradicional. Hoy lo que más vale es lo personal”.
La colección se luce con camisetas gráficas que exploran motivos pop y rock’n’roll de NYC, mientras que otras tops evocan el espíritu de los souvenirs de los 40s. Todo esto bajo las reinterpretaciones de Vevers de sus icónicas chaquetas de punto recicladas y abrigos de esmoquin. El programa (Re)Loved de Coach también tuvo un gran momento, ampliando su selección de piezas vintage restauradas y personalizadas, con más jeans, faldas de moto y chaquetas de aviador hechas a partir de prendas post-consumo.
El cuero también jugó fuerte, con mochilas enormes y clutches que coquetean con formas de corazones, estrellas, labios y hasta dinosaurios, todo rematado con el hardware Coach Frame. Y para cerrar la locura, las nuevas zapatillas Soho de Coach vinieron adornadas con stickers y dijes de resina que canalizan la nostalgia con taxis, cassettes y otros guiños vintage. Claramente, la Gen Z vuelve a ser el centro de la conversación.
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