Rabanne irrumpe en la Semana de la Moda de París Primavera/Verano 2025 con una propuesta que eleva la palabra “lujo” a otro nivel. La maison ha presentado lo que ya llaman «el bolso más caro del mundo», y el hype está justificado. Después de que la sensación pop Chappell Roan deslumbrara en los MTV VMA Awards con un vestido medieval de cota de malla que homenajeaba los archivos de la firma, ahora Rabanne se atreve a reescribir su propia historia, trayendo de vuelta una de sus joyas más icónicas.
El accesorio estrella, bautizado como Nano de 1969, es una auténtica obra de arte en miniatura, confeccionada en oro de 18 quilates. Este bolso exclusivo es un claro guiño al mítico “vestido más caro” que Paco Rabanne diseñó para la musa francesa Françoise Hardy en 1968, un vestido hecho de oro y diamantes que entonces paralizó al mundo de la moda. Y si algo ha quedado claro, es que la estética futurista y experimental de Rabanne sigue siendo atemporal.
Julien Dossena, actual director creativo de la casa, ha decidido viajar en el tiempo, bucear en los archivos y volver a la esencia misma de Rabanne. Ya en 1966, el fundador desafió las convenciones con su colección debut “12 vestidos imposibles”, hechos con materiales contemporáneos como el metal y el plástico. Hoy, Dossena se sumerge en esa misma irreverencia creativa, fusionando historia y vanguardia en cada diseño.
La primera vez que Hardy se enfundó aquel vestido de 1.000 placas de oro y 300 quilates de diamantes, lo hizo rodeada de medidas de seguridad dignas de un tesoro nacional. Y ahora, la versión 2025 del bolso dorado de 1969 regresa a la pasarela con un precio de vértigo: 250.000 euros. ¿Lo más impresionante? El savoir-faire detrás de esta pieza: 100 horas de trabajo artesanal realizadas en colaboración con el joyero francés Arthus Bertrand.
Pero el desfile no paró ahí. Otros dos bolsos memorables acompañaron al Nano: uno de vidrio de Murano, obra de la histórica casa Venini de Venecia, con un efecto marmoleado que juega con la luz de forma hipnótica. El segundo, una bolsa de cerámica compuesta por discos artesanales de Astier de Villatte, que pone en valor la fusión entre moda y arte. Rabanne, fiel a su ADN, ha vuelto a demostrar que la innovación y el lujo extremo no están reñidos con la historia.
Troye Sivan es el primer embajador global de maquillaje de Rabanne.
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