¿Hay alguna bufanda más icónica que la de Burberry?

Desde su creación en 1967, la bufanda de Burberry ha trascendido su condición de accesorio para convertirse en un ícono cultural. Su característico diseño de cuadros, ya reconocido como Burberry Check, nacido de un afortunado accidente en una tienda de París, ha recorrido un fascinante camino que conecta la alta moda con la calle. ¿Cómo una simple bufanda evolucionó hasta convertirse en un símbolo de masas?

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La bufanda de Burberry nació como una extensión del patrón que inicialmente se usaba como forro de los clásicos trench coats de la marca. En 1900, Thomas Burberry comenzó a colaborar con Johnstons of Elgin, una fábrica escocesa fundada en 1797 y reconocida por su maestría en la producción de lana. La bufanda, tejida en telares tradicionales, implica más de 30 pasos que incluyen lavado con agua de manantial y cepillado con cardos secos para lograr un acabado ultra suave.

Inicialmente asociada con la clase alta británica y los Sloane Rangers de los años 70 y 80, la bufanda simbolizaba exclusividad y refinamiento. La mismísima Isabel II ha sido un estandarte del símbolo en cuestión en la sociedad británica. El patrón de cuadros era un código de estatus que resonaba con la élite, consolidando a Burberry como un emblema de la moda tradicional británica.

En los años 90, un fenómeno marcó la transición de la bufanda hacia un símbolo accesible: los chavs. Estos jóvenes británicos de clase obrera en situaciones económicas precarias, comenzaron a usar el patrón Burberry como una forma de aspirar a un estatus más alto. Muchas veces, lo combinaban con prendas deportivas y recurrían a falsificaciones debido a las limitaciones económicas. Simultáneamente, los hooligans también incorporaron la bufanda y otros elementos Burberry. Estos usaban ropa de “chicos bien” para no llamar la atención mientras asistían a los partidos, ganándose el apodo de Burberry Lads. A estos, Gosha Rubchinskiy les hizo un homenaje para SS18, en una colección que llevó el uniforme del gopnik(aka la respuesta rusa al chav) al universo de la marca inglesa.

A través de su adopción por subculturas urbanas, el patrón Burberry se convirtió en un lenguaje visual compartido entre las clases trabajadoras y las más altas. Aún hoy, esa estética resuena entre las comunidades como la de sportmafiaboys, que basan su estética en una mezcla de ropa deportiva con prendas, en su mayoría accesorios de marcas de lujo com Gucci, Louis Vuitton o Burberry, que poco importa si son imitaciones o productos originales, pues lo que cuenta es pertenecer a la estética, al movimiento. 

El auge del hip-hop y el grime concretamente en Londres en los 2000 también jugó un papel crucial en esta transformación. Artistas como Skepta y Stormzy, así como raperos internacionales como Central Cee y Lil Wayne, Lil Uxi, Juicy World, han incorporado la bufanda como parte de su vestimenta, dándole visibilidad global y llamando a sus comunidades a, por qué no, adquirir este accesorio. Y de hecho, desde su nacimiento en 1970 hasta ahora, la bufanda ha recorrido muchos esquemas diferentes de forma y color, opciones de personalización etc, pero siempre se ha mantenido como un reflejo de los cambios culturales. Hoy por hoy, sigue siendo un símbolo de masas, un nexo de unión entre viejos y jóvenes, pijos y canis, y ricos y pobres. 

Así inaugura Burberry el año de la serpiente.