NIGO nos traslada al corazón de Río de Janeiro esta temporada.
Capturadas por Johnny Dufort y Frank Lebon, las imágenes fijas y en movimiento consiguen retratar la vitalidad de la icónica ciudad brasileña a través de su gente, sus calles y sus playas soleadas. Cada fotograma parece bailar al ritmo de la samba, fusionando con éxito la herencia de KENZO con la cultura del país.
De esta forma, la colección se convierte en un lienzo en blanco donde las influencias amazónicas se entrelazan con los códigos de la cultura japonesa, dando lugar a piezas clave como el KENZO Chiku-Rin Como, una reinterpretación audaz del camuflaje tradicional inspirado en los kimonos vintage y en las primeras colecciones de la marca.
Destaca también el bolso Furoshiki, inspirado en la técnica japonesa de la envoltura, que toma vida en piel italiana flexible. Presenta una construcción única, con anudados y pliegues fluidos que le otorgan un aspecto contemporáneo sin olvidar su herencia clásica.
La campaña no solo celebra la estética, sino también los valores de libertad y unidad que están presentes en todo el diseño de la colección. Al igual que las calles de Río, llenas de diversidad y energía, las prendas de KENZO invitan a moverse, a bailar, a ser libres. Y como siempre, NIGO continúa tendiendo puentes internacionales entre su Japón natal y el resto de culturas del mundo.
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