Pucci regresa con una propuesta que encapsula su psicodelia en clave 70s.
Bajo la dirección artística de Camille Miceli y capturada por el ojo preciso de Drew Vickers, Pucci nos presenta a Bibi Breslin como su musa moderna, evocando el magnetismo eterno de la pantalla dorada.
Desde sus inicios, Pucci ha estado asociada en nuestro imaginario con estampados que evocan el movimiento y la psicodelia propia de los 70s. Ahora, la firma explora su sello inconfundible, el estampado Marmo, en clave hollywoodense, con una ejecución visual que transporta el espíritu de Monroe a nuestros tiempos.
La firma apuesta por Bibi Breslin, una musa con un aire retro y moderno a la vez. No es casualidad. Camille Miceli, directora creativa de la casa, sabe cómo jugar con el legado sin perder ese toque moderno. Esta vez, mezcla el glamour del viejo Hollywood con la fluidez atemporal del Marmo, el print que define a Pucci.
Drew Vickers, el fotógrafo detrás de las imágenes, le da una nueva dimensión con un juego de luces y texturas que resaltan la mezcla entre lo clásico y lo actual. Su enfoque es puro minimalismo, alejándose del exceso y dejando que el color y la forma de la ropa hablen por sí solos.
La paleta de colores, fiel al ADN de Pucci, fluye en ondas hipnóticas sobre siluetas frescas, perfectas para el eterno verano italiano.
La última campaña de Balenciaga es un homenaje a la era dorada de Hollywood.
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