Versace se sumerge —literalmente— en su herencia marina con La Vacanza, su última colección que reimagina la mitología mediterránea desde una óptica contemporánea y hedonista. No se trata solo de trajes de baño, sino de piezas que fluyen entre el beach club y el after, abrazando la versatilidad como nuevo statement de lujo.
Fotografiada por la siempre minimal y precisa Zoë Ghertner, la campaña captura esa transición orgánica entre la costa y la ciudad, con looks que se funden en escenarios de sol, sal y mármol urbano. El ADN Versace se percibe en cada costura, con estampados renovados del icónico Tresors de la Mer y detalles que evocan artefactos arqueológicos, biodiversidad marina y hasta un guiño a la sostenibilidad silenciosa.
¿Las siluetas? Un delirio visual: trajes de baño drapeados que mutan en corsés, camisas de seda que fluyen como blusas etéreas, bikinis elevados con capas translúcidas, y chaquetas estructuradas que compiten con la arquitectura del Partenón. Todo bajo el lente del maximalismo sensual que Donatella domina como nadie. La línea también se expande al universo de Versace Home.
La colección ya está disponible en el site oficial de Versace.
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