Así lo han confirmado las autoridades brasileñas.
Más de dos millones de almas vibraron al unísono este sábado 3 de mayo en uno de los lugares más especiales de Río de Janeiro: la playa de Copacabana. Y la responsable de reunir a tal cantidad de personas fue, nada más y nada menos, que Lady Gaga. La reina del pop puede presumir de haber batido todos los récords, superando a Madonna, que en 2024 congregó a 1,6 millones de asistentes en su show celebrado en el mismo lugar.
Una noche que, sin duda, ya ha pasado a la historia. Pero como en todo evento multitudinario, las alarmas terroristas se activaron (y menos mal). Dos horas antes de que la superestrella se subiera al escenario, la policía brasileña detuvo a dos personas acusadas de planear un atentado con explosivos contra el concierto.
Según informaron las autoridades, los acusados forman parte de un grupo que promueve discursos de odio contra la comunidad LGBTQ+ y que, presuntamente, intentaba filtrarse entre los fans autodenominándose falsamente como ‘Little Monsters’, el término con el que Gaga se refiere cariñosamente a sus fans.
Las detenciones se produjeron como parte de una operación mayor, con redadas en varios estados de Brasil. Fueron incautados diferentes teléfonos, dispositivos electrónicos y materiales sensibles, además de que uno de los implicados (el líder del grupo) fue arrestado por posesión ilegal de armas.
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