Una activación efímera que fue de todo menos convencional.
Ubicada en Jeans NYC y ambientada como una sastrería de los años 40, la propuesta planteaba una especie de laboratorio creativo donde el pasado, el presente y el futuro del estilo se fusionaron con exquisitez. Entre cabezales de sombrerería antiguos, referencias al tailoring clásico y un muro con los iconos personales de Rocky -desde leyendas del hip-hop hasta diseñadores y referentes culturales-, los asistentes fueron testigos de una experiencia multisensorial que llevaba la firma inconfundible de AWGE.
El momento estrella de la noche fue, sin duda, el debut de las Ray-Ban Wayfarer Puffer: una reinterpretación radical de las icónicas Wayfarer que, bajo la visión del creativo, han sido transformadas en un artefacto de lujo urbano. Con monturas acolchadas y una selección de colores que van desde el negro al azul eléctrico, el rosa pastel y el rojo intenso, estas gafas son de todo menos discretas, y estarán disponibles a partir de junio.
Pero si hablamos de piezas icónicas, ninguna supera la que lució el propio Rocky. Una versión ultrapremium fabricada con 200 gramos de oro blanco y 18 quilates y 60 quilates de diamantes naturales y piedras preciosas rojas. Una auténtica obra de arte.
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