El skater neoyorquino reclama un total de 26 millones de dólares por difamación e incumplimiento de contrato.
Tyshawn Jones, rostro de una generación y leyenda viva sobre la tabla, ha decidido alzar la voz contra la marca con la que creció y que, según él, ha sido la primera en darle la espalda. Es por este mismo motivo que, durante el día de ayer, presentó una demanda ante el Tribunal Supremo de Manhattan.
Este movimiento sacude los cimientos de Supreme y pone sobre la mesa un controvertido debate: cómo las maracas gestionan sus relaciones con los talentos. Desde los once años, Jones ha formado parte de la familia de la marca, creando un vínculo que parecía irrompible. Pero todo cambió en septiembre de 2024, justo antes de que el sello pasara a formar parte del conglomerado italiano Luxottica. ¿El motivo o excusa? Una sesión de fotos en la que el skater optó por vestir Marc Jacobs. Una supuesta «traición contractual» que carece de sentido si tenemos en cuenta que en anteriores ocasiones él ya había colaborado con Louis Vuitton, Balenciaga o adidas, sin que esto hubiese supuesto ningún inconveniente.
La demanda de 41 no se salta ningún punto. En ella, Tyshawn acusa a Supreme de haber utilizado la sesión con MJ como una coartada para reducir costes tras su adquisición, y de haber difundido a terceros que este había sido «expulsado» por incumplir su contrato. Por todo ello exige una indemnización de 26 millones de dólares.
«Me entristece haber llegado a esto, pero tengo un deber conmigo mismo y con mi carrera, y siento la responsabilidad ante la próxima generación de skaters de defender lo que es correcto» asegura el neoyorquino. «El éxito de Supreme se ha forjado en gran parte gracias a las contribuciones de jóvenes talentos, y creo que esas contribuciones merecen ser respetadas» añade.
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