Los reflejos imperfectos de las calles de París han inspirado a Nicolas Di Felice.
Esta temporada, Courrèges se libera del artificio de los sets de moda para entregarse a la mirada -y a la lente- de su comunidad. Conmovido por el fenómeno selfie y el universo visual hiperconectado de las redes sociales, el director creativo entrega el control a sus musas: TOCCORORO, Elodie Guipaud, Axel Gay o Apolline Rocco Fohrer, entre muchas otras.
¿El resultado? Una colección que se despliega en escenarios cotidianos, filtrada por la espontaneidad de lo íntimo, sin filtros y sin poses forzadas. En cuanto a las prendas, Di Felice elimina por completo las líneas entre funcionalidad y forma. El cinturón con hebilla recubierta de tela -elemento fetiche de esta temporada- se transforma en cuello, en tirante, en recurso gráfico y técnico. Aparece en tops recortados, pantalones de lycra y blusones deportivos como un símbolo de moda en constante metamorfosis.
Tampoco faltan las referencias a los archivos, como la manga casquillo de 1964 que reaparece alargada hasta el suelo en vestidos polo o reinterprétala en camisetas masculinas. El tweed de pata de gallo abandona el clasicismo para encarnar una minifalda urbana, mientras que las camisetas de fútbol oversize se funden con maxifaldas, convirtiendo el asfalto parisino en el verdadero terreno e juego.
El nuevo bolso Strip se convierte en uno de los protagonistas indiscutibles de esta propuesta: su silueta orgánica, su construcción inteligente y su versatilidad magnética le convierten en todo un must-have.
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