Sonidos Líquidos es un festival boutique para gourmets. No sólo por su cartel, (Lory Meyers, Queralt Lahoz y la actuación sorpresa de Ona Mafalda), sino por su ubicación única, en las bodegas lanzaroteñas de La Geria, y por su marcado compromiso con esa ubicación que lo convierte en el festival europeo más sostenible.
La 15ª edición de Sonidos Líquidos ha sido una oda al equilibrio entre hedonismo sónico, sostenibilidad y una conexión con la tierra volcánica. No es un festival más. Es una declaración de principios: vino, paisaje y vanguardia, todo en una misma copa.
LORI MEYERES, CABEZA DE CARTEL CON ADN INDIE
Con más de dos décadas marcando la hoja de ruta del indie patrio, Lori Meyers se consolidaron como el gran reclamo de esta edición. Su directo en La Geria fue tan poderoso como emotivo, encendiendo la comunión entre banda y público desde el primer riff. Actuación vibrante, en la que el grupo de Loja desplegó su arsenal de himnos generacionales con precisión, pero también con alma.
QUERALT LAHOZ Y ONA MAFALDA: LAS DUEÑAS DEL TEMPO
Pero la verdadera pulsión HIGHXTAR latía en dos actuaciones que marcaron territorio: Queralt Lahoz y Ona Mafalda.
Lahoz, con su mix de flamenco, soul y ritmos urbanos, elevó el escenario a otro plano emocional. La colomense supo solventar con maestría los fallos de sonido en los monitores y derrochar un festival de arte y pureza.
Ona Mafalda, ya conocida por esta casa como protagonista de nuestra Digital Cover Vol. V, se reafirmó como una artista total: no sólo actuó en El Almacén, sino que protagonizó un doblete estelar en La Geria, seduciendo con un show que funde elegancia, actitud y una producción cuidada al milímetro.
La escena se completó con joyas como la intensidad vocal de Isa Izquierdo junto a MVBA, la psicodelia mestiza de Vera Fauna, el garage-punk efervescente de los canadienses Wine Lips, la gran sorpresa incógnita de Sonidos Líquidos, y la irreverencia electrónica de Brolorizo. Incluso el sello local brilló con Los Callaos, cargados de sabor insular y energía identitaria.
SONIDOS LÍQUIDOS: LA SOSTENIBILIDAD COMO PERFORMANCE
En una industria saturada de greenwashing, Sonidos Líquidos ofrece un modelo real de sostenibilidad. Desde el uso de vasos reutilizables con trazabilidad tecnológica, hasta la organización del transporte solo mediante guaguas y taxis autorizados, el evento se alinea con una filosofía de impacto positivo.
Se reforzó la seguridad con un Punto Violeta, en colaboración con la Asociación Mararía, y un Punto Naranja con mochilas sensoriales para personas sordas, convirtiendo el sonido en vibración. Inclusión real, no postureo.
En el stand BE ECO, arte y activismo se dieron la mano: la instalación “Plastic Ocean” del artista Álvaro Guzmán y el proyecto Chibuque, con papel reciclado que germina flora autóctona, pusieron el foco en el futuro. Incluso el merchandising fue producido con proveedores locales.
LA GERIA COMO MANIFIESTO ESTÉTICO
Más allá del cartel, el gran headliner fue el paisaje. Viñedos negros sobre lapilli, luz de otro mundo y una atmósfera casi espiritual. Los propios artistas lo dijeron: “esto es de otro planeta”. La Geria no es un escenario: es un manifiesto.
UNA COMUNIDAD LÍQUIDA Y VIBRANTE
Bajo el lema «Sonamos Contigo», esta edición reforzó la idea de que los festivales pueden ser también un acto político, emocional y ecológico. Sonidos Líquidos 2025 no solo sonó bien: resonó en lo más profundo. Fue una experiencia total, donde el beat convivió con el vino, la raíz con lo experimental y la celebración con el compromiso.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
