Un texto de Ana Franco.
La primera ola de calor del verano nos ha hecho buscar a nuestro alrededor cualquier elemento que resulte refrescante. Estos cinco relojes que acaban de llegar al mercado lo son, y, si bien sospechamos que no rebajarán los grados corporales cuando se ciñan a las muñecas, al menos podrán proporcionar cierto alivio psicológico. Se recomienda usarlos con una piscina o mar al lado.
Ando Green de Cauny
La relojera Cauny tiene una colección de nombre The Architects of Time Series para la que han diseñado piezas los premios Pritzker (los Oscar de la arquitectura) Rafael Moneo, Álvaro Siza Vieira y Eduardo Souto de Moura, ahí es nada. El último en sumarse a la nómina ha sido el japonés Tadao Andō (Pritzker en 1995), quien ya reinterpretó para Bvlgari uno de sus modelos Octo Finissimo. Esta novedad minimalista de cuarzo que mide 37,5 mm de diámetro se ha diseñado en acero a partir de las manzanas verdes que Andō suele colocar en el exterior de sus edificios como símbolo de la juventud temprana en Japón.
PVP.: 198 €.

Seastar 1000 de Tissot
Siguiendo la tendencia de reducir las hechuras de los relojes, Tissot ha lanzado su Seastar en 38 mm. Este cronógrafo de cuarzo de acero con revestimiento PVD dorado que se funde con el mar con sus tonos turquesas presenta todas las características propias de los relojes acuáticos (bisel giratorio unidireccional, corona y fondo de caja atornillados y agujas y marcadores luminiscentes). Y ofrece una hermeticidad de hasta 300 m.
PVP.: 595 €.

Hermétique de Baltic
Baltic, que nació en 2016, propone instrumentos funcionales que ensambla en Francia con componentes chinos y que vende online, de ahí sus precios competitivos. Su nuevo Hermétique viaja a la California de los años 70 y mantiene el toque retro de la época. Realizado en acero, con 37 mm de diámetro y 10,8 mm de grosor (incluido el cristal), incorpora un movimiento automático de la japonesa Miyota con 42 horas de reserva de marcha. Es hermético hasta 150 metros, y el rosa chicle con el que se viste resulta de lo más divertido para el verano.
PVP.: 665,5 €.

Shellback V2 Yellow de Tusenö
Desde Suecia, donde se crean los relojes Tusenö, llega este ejemplar fabricado en Suiza que refresca hasta en el día más plomizo con su llamativa esfera amarilla. Es un reloj automático pensado para bucear, pues se sumerge sin problema hasta 200 metros, aproximadamente. Sus medidas son: 40 mm de diámetro y 11,9 mm de grosor.
PVP.: 825 €.

Anatom Automatic de Rado
De rojo pomelo ha teñido la suiza Rado su Anatom, un modelo rectangular que vio la luz en 1983. Su caja original de 32,5 mm, de metal duro, se ha sustituido por cerámica de alta tecnología y acero con revestimiento PVD, mientras que la correa es de caucho. En su interior late un movimiento automático que aporta 72 horas de reserva de marcha y que se vislumbra a través de la tapa trasera de cristal de zafiro.
PVP.: 3.750 €.

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