Un Rolex a la altura de Jannik Sinner, primer tenista italiano en ganar Wimbledon

Texto de Ana Franco.

Ganara quien ganase ayer la final del campeonato de tenis de Wimbledon, se iba a ceñir un Rolex en la muñeca para recoger y besar el trofeo. Porque quienes se enfrentaban para sumar un nuevo Grand Slam a sus palmarés, Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, son embajadores de la firma relojera suiza, que para colmo lleva ejerciendo como cronometradora oficial del torneo más antiguo del mundo (Wimbledon nació en 1877) desde 1978. También Iga Świątek, la tenista polaca que el sábado se proclamó vencedora en individuales femeninos del torneo británico, está asociada a esta marca, así que todo quedaba en casa.

Sinner se convirtió en “amigo” de Rolex en 2020, dos años antes que Alcaraz, que lo hizo en 2022. Últimamente, ambos prefieren lucir un Cosmograph Daytona de la enseña para adornarse. Es uno de los modelos más deseados por los aficionados a la relojería, y ayer vimos dos en la pista central de Wimbledon: el Daytona de oro amarillo con esfera turquesa (que vio la luz en abril de este año) del español, y el Daytona de oro Everose con el dial negro del italiano.

Sinner, vencedor del encuentro y número uno del mundo según el ranking de la ATP, ha llevado el mismo cronógrafo durante todo el campeonato, que se ha disputado entre el 30 de junio y el 13 de julio en el All England Lawn Tennis Club de Londres. Su Daytona ‘Sundust’, la Referencia 126515LN de la marca de la corona, mide 40 mm de diámetro, y combina el oro rosa de la caja con un bisel Cerachrom negro con escala taquimétrica para calcular velocidades medias.

Además del oro Everose, su calidez la aporta la esfera de tono arenado, denominada Sundust o polvo de sol, a contraste con los tres contadores en negro. El reloj está impulsado por el Calibre 4131 de manufactura Rolex, que se estrenó alrededor de 2008. Y se ajusta con un brazalete Oysterflex, el más deportivo de la firma. Una pieza a la altura de un justo ganador de Wimbledon, que sin duda se disputará con Alcaraz más finales épicas en los próximos años, ambos pertrechados con sus Rolex preferidos.

La relación entre Rolex y el cine se estrecha.