¿Quién mejor que ella para encarnar la esencia de la Casa?
Bajo las luces pulsantes de la pista de baile, Naomi se convierte en un destello vivo de glamour y estilo: resplandeciente, magnética, imposible de ignorar. P-U-C-C-I.
La campaña de Oliver Hadlee Pearch presenta la nueva colección imaginada por Camille Miceli, recogida bajo el título ‘Passepartout’. Una oda a la libertad y a la sensualidad, con la supermodelo como musa absoluta e indiscutible. El nombre no es casual, es un guiño a la serie italiana Passepartout (2001-2011) que exploraba la cultura y la historia como fuentes infinitas de inspiración. Y aquí, la moda se convierte en llame maestra, con Pucci abriendo todas las puertas.
Los estampados de archivo vuelven a cobrar vida: Labirinto (1969) con su efecto animal print en negro, beige y dorado; Istrice (1957) con líneas rítmicas en fucsia y dorado; Collane (1970) con cadenas gráficas que caen como joyas sobre el cuerpo; Astro con espirales hipnóticas pensadas para el movimiento; o Hawaii (1969) que es pura energía solar.
Naomi marca el pulso de la colección con un vestido jersey Iride de lurex brillante y con la falda Labirinto en negro y dorado. Los materiales refuerzan la dualidad: desde gasas translúcidas hasta jacquards de invierno que envuelven el cuerpo en capas de luz. El terciopelo entallado confirma la obsesión de Pucci de evocar el deseo en movimiento.
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