Para el otoño de 2025, ARKET apuesta por la claridad y la simplicidad en un mundo fragmentado y acelerado. Como un homenaje al descanso en una era de estimulación constante, el equipo de diseño se inspira en los años 90 como un momento de calma, cuando la tecnología era tangible y aún no vivíamos a través de nuestros teléfonos. La colección busca refinar y elevar el vestuario cotidiano.
Las siluetas se expanden y contraen: encogidas, alargadas, redondeadas, cortadas. El gesto es escultórico, pero siempre funcional. Lo cotidiano se afila con texturas inesperadas y con una atención quirúrgica al detalle: pliegues que parecen naturales, superficies que juegan entre el brillo y lo mate, una estética vivida que no es descuido sino refinamiento.
El deporte late en la colección como pulso estético. Referencias noventeras aterrizan en cremalleras técnicas, capas base inspiradas en térmicos de los 60, bolsos tipo bolera depurados, sneakers y abrigos que reinterpretan el cortavientos. El athleisure se funde con el ready-to-wear en un diálogo fluido y sin fricción.
En menswear, la propuesta se aleja del exceso. Precisión en los cortes, sobriedad en los acabados y una sofisticación contenida que evoca el minimalismo tardonoventero. Abrigos doublé, parkas en capas, franela gruesa, popelín crujiente, polar y piel de oveja conviven con algodón técnico y terciopelo acanalado, texturas que cargan de peso táctil cada pieza.
El denim, más pulido que nunca, mira a París en los 90 para reinterpretar su nitidez en clave contemporánea. Una colección que rehúye lo superfluo para quedarse con lo esencial: líneas limpias, materiales nobles y la certeza de que el lujo hoy pasa por la claridad.
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