Ubicadas en el histórico antiguo laboratorio Gomenol, en la Rue des Petites Écuries del distrito 10.
Tras el debut de su impactante espacio en Estocolmo en 2019, Acne Studios vuelve a apostar por la arquitectura con la apertura de su nueva sede en la capital francesa. Un nuevo templo creativo que conecta directamente con su identidad: sofisticación, minimalismo y un respeto casi reverencial por la historia de los espacios que habita.
El proyecto, concebido por Jonny Johansson -director creativo de la Casa- junto con el estudio de diseño sueco Halleroed, conserva la majestuosidad del Hôtel Particulier construido en los años 30 y lo eleva a través de un delicado equilibrio entre intervención mínima y piezas contemporáneas de colaboradores cercanos. En propias palabras del creativo, se trata de «una oda a la belleza original del edificio, acentuando su carácter».
El recorrido comienza en el antiguo Hôtel Particulier de la familia Prevet, pioneros en aceites y tinturas a base de hierbas a principios del siglo XX. El patio central, presidido por una escultura de mármol de Daniel Silver, abre paso a una recepción de aire solemne, donde molduras doradas, paneles de madera y parqué restaurado dialogan con muebles de Lukas Gschwandtner, más piezas escultóricas de Silver y candelabros de Sylvie Macmillan.
Justo en el corazón se encuentra el laboratorio original, convertido ahora en una sala de exposición. Aquí, las columnas de hormigón en bruto y un techo abovedado con azulejos de vidrio conviven con paredes blancas insertadas a propósito como un elemento disruptivo. En medio, destacan dos sofás monumentales de Max Lamb en vinilo rosa brillante, al más puro estilo Acne Studios.
El espacio también con un probador VIP concebido como refugio textil -cortinas de doble altura y asientos de Gschwandtner inspirados en cuerpos recostados-, una cantina donde el suelo de baldosas original se combina con mesas comunales y una cocina de acero inoxidable que remite al laboratorio científico.
Toda la sede se ve atravesada por la luz: una instalación diseñada por Benoît Lalloz, colaborador habitual de la marca, que refuerza el relato espacial ideado por Johansson y Halleroed.
«Queríamos que las nuevas incorporaciones al espacio fueran bastante minimalistas, para crear un marcado contraste con el edificio existente y realzar el ambiente histórico», explica Christian Halleröd, cofundador de Halleroed. «Creo que se trata de una idea de honestidad, que en cierto modo es muy sueca».
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram
Podría interesarte…