Collina Strada volvió a demostrar por qué es una de las firmas más relevantes del presente. La colección SS26 no solo presentó una propuesta textil con los característicos códigos excéntricos de Hillary Taymour, sino que además consolidó una colaboración beauty: Isamaya Ffrench en alianza con Lashify. El resultado: un espectáculo donde moda y maquillaje se fundieron en un mismo discurso visual.
Bajo la dirección creativa de Taymour, Collina Strada ha desarrollado un lenguaje propio que se mueve entre lo irónico, lo excéntrico y lo profundamente consciente. Para esta edición, la pasarela se llenó de dobladillos burbuja inflados, sombreros escultóricos que jugaban con la silueta del cabello y prendas que abrazaban lo performativo sin perder elegancia. Una narrativa textil que pedía a gritos un beauty look igual de disruptivo y coherente.
Aquí es donde entra Isamaya Ffrench, maquilladora conocida por reconfigurar los límites del maquillaje editorial y de pasarela. Su reto no era menor: acompañar una colección con fuerte carga conceptual sin caer en lo literal ni restar protagonismo a la ropa. Para lograrlo, Ffrench se apoyó en lo que Taymour define como su “animal-inspired vibe”, una sensibilidad salvaje que, más que disfrazar, busca sugerir.
El punto de partida fueron los ojos. Ffrench trabajó con la idea de miradas felinas ampliadas: puentes nasales más anchos, líneas ascendentes y extensiones de color hacia la zona central, con el fin de crear una sensación de ojos levantados y vibrantes. El toque diferenciador vino de la mano de Lashify, que permitió incorporar alas de pestañas en tonos pastel —rosa, lila, verde aguamarina— que recordaban a plumajes exóticos.
“La inspiración felina siempre está en mi mood board”, explicó Ffrench en un comunicado. “Aquí se trataba de elevar el ojo, abrir el puente nasal y extender el color hacia la línea media para crear un gesto animal, sin caer en lo disfrazado”.
El maquillaje no se limitó a las pestañas. Ffrench incorporó sombras de ojos opalescentes que captaban la luz, generando un efecto tornasolado que contrastaba con la intensidad de las pestañas. El resto del look destacó por una piel natural y luminosa, con un acabado fresco. Labios con un sheen transparente y una base casi invisible.
Lo interesante de la propuesta de Ffrench es cómo refleja la filosofía de Collina Strada: lo excéntrico y lo pulido, lo irónico y lo elevado. “Se trataba de reunir tonos y texturas que complementaran las prendas. Queríamos un resultado pulido pero juguetón, que siguiera siendo elevado”, resumió Ffrench.
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