El debut de Dario Vitale al frente de Versace en Milán fue más que la presentación de la colección SS26. Además, marcó un movimiento inesperado, la primera colaboración de la maison italiana con una firma de sneakers. La elegida fue Onitsuka Tiger, y juntos desarrollaron dos siluetas que se vieron en la pasarela, mostrando desde el primer momento la visión contemporánea de Vitale.
Por un lado, el modelo TAI-CHI se reinventa en un low profile. Está fabricado con materiales italianos en la planta de Onitsuka en Sanin Tottori. Además, los Tiger Stripes se combinan con la icónica Medusa, mientras que un tratamiento vintage en el upper aporta un aire atemporal. De este modo, la precisión japonesa se fusiona con el dramatismo italiano en un mismo diseño.
Por otro lado, la segunda propuesta es un loafer colaborativo que lleva los códigos sneaker al calzado formal. Así, este híbrido refleja la tendencia de trasladar la cultura urbana al mundo del lujo, ofreciendo al mismo tiempo una opción sofisticada y moderna.
Más allá de los modelos, Vitale busca un Versace que dialogue con nuevas audiencias sin renunciar a su herencia. En efecto, la combinación de artesanía y lenguaje híbrido construye una declaración de intenciones desde su primera colección.
La colaboración de Versace junto a Onitsuka Tiger llegará la próxima primavera a través de Versace y no será solo un lanzamiento; representa el primer paso de una nueva etapa para la casa italiana.
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