Pierpaolo Piccioli presentó su primera colección SS26 como nuevo director creativo de Balenciaga en la Semana de la Moda de París. Con ello, pone fin a meses de especulación sobre el rumbo que tomaría al frente de la histórica maison fundada por Cristóbal Balenciaga.
La propuesta combina referencias de archivo de los años 50 con sutiles guiños al legado de Demna. Al mismo tiempo, Piccioli imprime su sello personal. Incluyendo flecos, plumas, aplicaciones florales y colores vibrantes. La colección logra un equilibrio entre la herencia de la casa y su visión contemporánea, consolidando su estética, ya conocida en Valentino.
La presentación arrancó con piezas que evocan la feminidad moderna de Cristóbal Balenciaga y la vertiente urbana de Demna. Rinde homenaje al icónico vestido saco de 1957, acompañado de grandes gafas negras que recuerdan las siluetas «villanas» de Demna. Vestidos minimalistas y t-shirts de corte relajado conviven con abrigos oversize, faldas texturizadas y vestidos fluidos.
Piccioli no escatima en color ni en ornamentación. Violetas intensos, verde lima, rojo primario y lila se combinan con flecos brillantes, plumas y flores rizadas. La colección incluye también looks en negro y piezas más casuales, combinadas con denim lavado, sandalias de plataforma y bolsos de cuero, como el emblemático City Bag.
SS26 mantiene la historia de Balenciaga viva. Hace guiños a Cristóbal y a sus sucesores, Demna y Nicolas Ghesquière, mientras incorpora la visión de Piccioli. Riqueza decorativa y saturación cromática que apuntan a un futuro prometedor para la casa.
Con esta colección, Pierpaolo Piccioli inicia una nueva era en Balenciaga. Respeta su legado y, al mismo tiempo, deja clara su impronta contemporánea y colorista.
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