Texto de Ana Franco.
Un detalle captó nuestra atención en la presentación de la línea primavera/verano 2026 para mujer de Louis Vuitton, que tuvo lugar el pasado martes en el Museo del Louvre de París. Una de las modelos que desfiló por la pasarela, vestida por Nicolas Ghesquière con un dos piezas negro de canalé, lucía un reloj asido a un cinturón de cadena dorado. ¿Qué instrumento era ese que no se ceñía a la muñeca sino a la cintura, y que para presentarse en sociedad aprovechaba un evento que iba a reproducirse hasta la saciedad en los medios de comunicación?
Hemos salido de dudas: se trata del LV I, y no es nuevo, sino el primer reloj de muñeca de la firma francesa. Lanzado a finales de los años ochenta junto al LV II, lo diseñó la arquitecta Gae Aulenti, quien, empapándose del espíritu viajero de Louis Vuitton, lo dotó de una minutería de ferrocarril y de un dispositivo que aportaba la fecha, la zona horaria y la hora en todos los lugares del mundo. Medía 40 mm de diámetro y su caja con forma de guijarro, sin asas, estaba disponible en oro blanco y en oro amarillo.
El ejemplar acabó apodándose Monterey, por el modo en que los estadounidenses pronuncian la palabra francesa montre (en español, reloj), pues el LV I y el LV II se conocieron, originariamente, como Montre 1 y Montre 2. Y no ha sido la primera vez que aparecían en un desfile de Louis Vuitton: en el correspondiente a la colección otoño/invierno 2025 pudimos ver algunos LV II de 1988.
Ahora, La Fabrique du Temps, el taller relojero de la enseña, lo ha actualizado, y ya comercializa una edición limitada a 188 unidades de oro amarillo y 39 mm de nombre Louis Vuitton Monterey. El reloj exhibe una esfera con esmaltado grand feu en blanco y agujas de horas y minutos en azul y rojo. Su corona, a las 12 h, es un guiño a los relojes de bolsillo que ya se encontraba en los modelos primigenios. Un movimiento automático de tres agujas con 45 horas de reserva de marcha reemplaza al calibre de cuarzo de las piezas antiguas originales, ganando atractivo técnico.
El nuevo Monterey solo se puede obtener por teléfono o en las tiendas físicas de la marca, a un precio de 56.000 euros, aproximadamente.
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