Un nuevo capítulo creativo cuya campaña cuenta con Alexa Chung como protagonista.
Comienza una nueva era en la historia de HOFF que, bajo el título ‘SEVEN’, se adentra en el futuro a través de una colección que recupera la energía del running de los años 70 y la proyecta en una dimensión contemporánea donde diseño, tecnología y cultura visual conviven en perfecto equilibrio.
Todo ello cobra vida bajo la dirección creativa del legendario David Tourniaire-Beauciel, recientemente elegido como Head of Design de la marca. Es a partir de entonces cuando surge este punto de inflexión, liderado por una figura con más de tres décadas reescribiendo la historia del calzado para grandes casas como Balenciaga -al haber diseñado las siluetas Speed y Triple S-, Maison Margiela o Jean Paul Gaultier, llevando su enfoque escultórico y vanguardista al terreno deportivo.

De esta forma, la colección ‘SEVEN’ se articula en torno a dos modelos que condensan la herencia artesanal de HOFF con la precisión y el equilibrio característicos del diseñador francés. Surge entonces la SEVEN Runner, una zapatilla de caña baja que combina malla transpirable y ante crosta. Además, su suela curvada y ligera aporta una sensación dinámica y fluida. Por otro lado, la SEVEN High Top Runner se concibe como una reinterpretación del calzado de boxeo clásico, con tejido técnico adaptable y un perfil delgado que refuerza su silueta atlética.
Cada diseño toma su nombre del número siete, haciendo referencia a las siete piezas técnicas que componen la suela -una construcción pensada para potenciar la flexibilidad, la estabilidad y la acción explosiva-, reafirmando el compromiso de la firma con la innovación y la excelencia técnica.
Para acompañar este renacer estético, HOFF ha fichado a Alexa Chung como imagen de campaña. Uno de los iconos británicos de estilo y referencia cultural de las últimas dos décadas, la it-girl encarna la dualidad perfecta entre lo clásico y lo contemporáneo; lo effortless y lo sofisticado. Su presencia en la campaña canaliza la esencia de SEVEN: una mirada hacia el pasado pero desde el presente, dentro de un universo visual futurista con reminiscencias setenteras donde las paredes metálicas y el mobiliario escultórico convierten a Chung en el eje narrativo.
Y aprovechando esta ocasión tan especial, hemos podido adentrarnos en el imaginario de David Tourniaire-Beauciel y charlar sobre su nuevo rol, su manera única de crear y su recorrido.
HIGHXTAR. (H) – Has diseñado algunas de las zapatillas más emblemáticas del siglo XXI. ¿Recuerdas el primer modelo que te hizo darte cuenta de que estabas creando algo más que un simple calzado?
DAVID TOURNIAIRE-BEAUCIEL (DTB) – Sí, fue en Stephane Kelian a principios de los 90… No era exactamente una zapatilla… era un zapato de goma con tacón… Recuerdo que vendieron tantos pares de ese modelo que el director general invitó a una copa de champán a todos los empleados (500 personas)… En ese momento me di cuenta de que diseñar un zapato no es solo un trabajo artístico, sino también una misión industrial.
(H) – Has trabajado con Balenciaga, Margiela, Chloé… ¿Qué te atrajo de una marca más joven como HOFF?
(DTB) – El reto. Soy diseñador de retos, siempre me encanta explorar nuevos territorios, nuevas estéticas, nuevos posicionamientos de precios, nuevas mentalidades… Siempre me gusta desafiarme constantemente a mí mismo, «barajar las cartas».
(H) – ¿Qué elementos del mundo tradicional del lujo te gustaría incorporar a una marca que habla un lenguaje más accesible y contemporáneo?
(DTB) – Para mí, el elemento más importante es la audacia y la valentía que tienen algunas marcas de lujo para crear sorpresa y proponer algo completamente nuevo y nunca visto. Es más una mentalidad para cambiar, una actitud para adaptarse: «No tengas miedo de estar en primera posición, de proponer nuevos productos»… Para convertirte en un líder de tendencias debes tener este espíritu.
(H) – Después de tantos años creando, ¿qué es lo que todavía te emociona cuando empiezas un nuevo proyecto?
(DTB) – El reto. Siempre quiero saber si después de todos estos años dedicados al diseño sigo teniendo una mente joven y fresca, si sigo siendo capaz de pensar como cuando tenía 20 años… con rapidez y frescura. Quiero saber si sigo siendo capaz de conectar el ADN de una marca con las nuevas tendencias. Si sigo siendo capaz de analizar correctamente todos los parámetros de la situación para que mi misión tenga éxito. No quiero caer en la «actitud burguesa» de pensar que, por haber tenido algunos éxitos, sigues siendo el número uno en el juego. Este es el error más fácil y cómodo de cometer cuando eres un diseñador de éxito, y te llevará directamente a la categoría de «diseñador acabado».
(H) – Tu llegada marca un punto de inflexión para la marca. ¿Qué tipo de lenguaje estético quieres construir en este nuevo capítulo?
(DTB) – Quiero mantener el ADN de HOFF, pero llevarlo más allá de sus límites actuales en términos de diseño. Crear productos inesperados que encajen perfectamente con los códigos de la marca, las expectativas de los clientes y las tendencias actuales.
(H) – ¿Qué es lo que más te ha sorprendido del diseño español en comparación con el enfoque francés o italiano?
(DTB) – Somos iguales, pero no iguales. Lo digo porque soy francés, vivo en Italia y trabajo en España. Podría decir que todos tenemos los mismos objetivos, pero no utilizamos los mismos medios para alcanzarlos… Sin embargo, al final, «tous les chemins menent à Rome». Así que, «in fine», todos llegamos al mismo resultado, pero utilizando diferentes formas de pensar.
(H) – A lo largo de tu carrera has sido tanto un artesano como un visionario tecnológico. ¿Cómo consigues que la tradición y la innovación coexistan en tu proceso creativo?
(DTB) – Cuando era joven, para pagarme los estudios, los fines de semana trabajaba como DJ en una discoteca. Solía mezclar muchos tipos diferentes de música para crear otros nuevos. Todavía sigo aplicando este tipo de ecuación mental. Para mí, la innovación es siempre una mezcla bien equilibrada de elementos inesperados procedentes de mundos diferentes. La novedad es siempre el resultado de la mezcla y, a veces, de los errores… como el champán.
(H) – ¿Crees que la comodidad se ha convertido en la nueva forma de lujo? ¿Es posible ser radical en el diseño sin renunciar a la comodidad?
(DTB) – La comodidad perfectamente combinada con una estética sólida es la clave del éxito. Pero para poder hacerlo de manera ideal, no solo hay que ser un «diseñador de bocetos» con sensibilidad, sino también un buen técnico con conocimientos y habilidades. Hay que saber cómo se mueve y funciona el pie para superar los límites del diseño.
(H) – Cuando empiezas a diseñar, ¿eres de los que primero hacen bocetos o de los que piensan con las manos, manipulando los materiales?
(DTB) – Soy el tipo de «diseñador de la vieja escuela» (jaja). Me encanta dibujar, dibujar y dibujar. Pero también soy rápido, el tipo de «diseñador que no tiene tiempo que perder»… (Elegí la moda porque la moda es rápida). Así que paso rápidamente al segundo paso, que es crear una maqueta a mano para comprender si la interpretación física de mi boceto funciona en la realidad, y luego paso al desarrollo industrial con todas las personas competentes con las que trabajo. Quiero decir que sin todas estas personas, el diseñador no es nada… Como un piloto de Fórmula 1 sin coche… La comunicación y el debate con estas personas encargadas del desarrollo técnico es fundamental. Les doy las gracias constantemente…
(H) – A menudo hablas sobre la arquitectura del calzado. ¿Cómo consigues el equilibrio entre estructura, técnica y emoción?
(DTB) – Durante todo el proceso de desarrollo de cualquier parte del calzado, trato de analizarla y comprender si me transmite emoción o no… Todos los componentes deben transmitirme emoción para poder llegar al final a un resultado óptimo, para conseguir el objeto perfecto cuando se ensamblan todos los componentes.
(H) – Más allá del diseño, ¿qué otras disciplinas alimentan tu universo creativo?
(DTB) – Soy una especie de «omnívoro mental». Me nutro de cualquier cosa… museos, carreras de coches, food trucks, pájaros en el cielo, películas, una concha en la playa, el olor de los neumáticos en un garaje… Tengo una inspiración muy ecléctica y sin límites. Siempre me quedo y me sorprende cualquier cosa.
(H) – Dicen que cada diseñador tiene una obsesión. ¿Cuál es la tuya?
(DTB) – Siempre intento crear un zapato atemporal. El tipo de producto que está muy de moda en un momento dado, pero que sigue siendo moderno y fácil de llevar diez años después… Mi obsesión es que mis diseños sean atemporales.
(H) – ¿Eres de los que guardan cada par de zapatillas como si fueran tesoros, o las usas hasta que se rompen?
(DTB) – Las uso hasta que quedan completamente destrozadas. Y después las reutilizo como inspiración para otras nuevas. Les doy una nueva vida… (ríe). Una especie de reciclaje virtual. No soy una coleccionista.
(H) – HOFF nació de la idea del movimiento. Si pudieras viajar a cualquier lugar con un par de HOFFs diseñados por ti mismo, ¿adónde irías y a quién te llevarías contigo?
(DTB) – Viajaría al pasado, para volver a Elche (España) en los años 90, donde trabajé cuando era joven y donde HOFF tiene actualmente su sede. Y me llevaría conmigo a Fran, el fundador de HOFF, para enseñarle lo genial y alocado que era su país en los años 90 en cuanto a música y fiesta… (ríe).
(H) – En los últimos años, las zapatillas deportivas han conquistado el territorio del lujo. ¿Qué dice eso sobre nuestras prioridades estéticas actuales?
(DTB) – Significa que «souffrir pour etre belle» ya no es una declaración de moda. Nadie quiere sufrir más al caminar (ni en ninguna otra situación). La realidad social y política ya es lo suficientemente complicada como para que nadie quiera añadir estrés a su vida llevando objetos incómodos. Significa que la gente quiere suavidad, comodidad, quiere llevar algo que cuide de sí misma, que sea estético y cómodo.
(H) – Y mirando hacia el futuro, ¿cómo imaginas el futuro del calzado?
(DTB) – La frontera entre el deporte y la moda se hará cada vez más difusa. Aumentarán los zapatos híbridos que combinan lo mejor de estos dos mundos. Y sin duda, al igual que ocurrió en la arquitectura cuando se inventó el hormigón, las nuevas técnicas y los nuevos materiales traerán consigo nuevas posibilidades estéticas y experimentales.
Sigue toda la información de HIGHXTAR desde Facebook, Twitter o Instagram