Esta temporada, la moda ha entrado en un punto de inflexión.
El tercer trimestre del Lyst Index no ha dejado a nadie indiferente. Basándose en más de 160 millones de compradores e interacciones digitales, esta clasificación captura el pulso global de lo que la industria quiere y de lo que el consumidor está dispuesto a defender.
Con los códigos estéticos en plena mutación -nuevo lujo, minimalismo táctil, nostalgia estratética- las marcas más aclamadas son aquellas que poseen una identidad inquebrantable. Y es por ello que Saint Laurent ha conseguido adueñarse del primer puesto con una convicción indiscutible: siluetas coherentes, sensualidad controlada y un magnetismo imposible de esquivar. Su Le Loafer -el segundo producto más popular del trimestre- ha subido un 66% en búsquedas y encarna a la perfección el espíritu de la Maison.
El fenómeno del quiet luxury sigue vivo. COS explota como otra de las sorpresas del trimestre: sube cuatro posiciones hasta el top 3 y registra un aumento del 147% en búsquedas. Su jersey grueso de cachemira vuelve a vitalizarse, mientras que The Row consolida su estatus con un +28% en demanda y la obsesión global por los mocasines Eel.
En el territorio americano, Coach crece un 29% impulsado por embajadores deportivos y apariciones estratégicas, y Ralph Lauren vuelve al radar gracias a un vestido de rayas y al efecto Taylor Swift.
Y en la zona media del ranking, Burberry escala cuatro puestos, SKIMS domina el terreno del activewear y Stone Island reaparece tras cuatro años al margen del índice. Además, Nike comienza a trazar su comeback a través de colaboraciones exclusivas con marcas como Jacquemus, que le han llevado a aumentar un 7% su demanda.
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