Moncler y Jil Sander presentan una cápsula invernal que convierte el frío en un escenario estético. Es la primera colaboración entre ambas firmas, dos referentes del diseño contemporáneo. El resultado es una colección que hace que deseemos la llegada de las bajas temperaturas. Minimalismo, construcción precisa y técnica se unen en un ejercicio de estilo que irradia pureza.
La propuesta parte de la serenidad de los paisajes nevados. Las prendas evocan la calma de las montañas cubiertas de blanco y la suavidad de las laderas alpinas. Además, la paleta se mueve entre grises nublados, tonos fríos y matices que recuerdan a terrenos intactos. De este modo, todo encaja con la herencia montañera de Moncler y la estructura característica de Jil Sander.
Por otro lado, el trabajo con materiales refuerza esta visión. La colección utiliza fibras naturales que aportan calidez y una textura agradable. Hay lana doble con una caída fluida, algodón twill muy ligero y un tejido de lana de pelo largo que crea un efecto flotante al caminar. Así, esta selección se combina con el dominio técnico de Moncler. Cardigans suaves, abrigos de líneas definidas y piezas en su nylon acolchado logran un equilibrio entre lujo y funcionalidad.
No es un lanzamiento invernal más. La cápsula funciona como un uniforme elevado que se adapta a cualquier entorno: un refugio en la montaña, la ciudad o incluso el front row de la próxima semana de la moda.
La colección completa está disponible en las webs de Moncler y Jil Sander. Sus prendas están pensadas para acompañar los meses fríos y, quizá, hacer que los disfrutes un poco más.
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