Un texto de Jesús Rodríguez Lenin.
Las listas de “los mejores” son siempre subjetivas, pero si buscamos el mínimo común denominador podremos encontrar el modo de conseguir algo más parecido a la objetividad. Esta es la lista de los 10 mejores discos de 2025 elaborada con el criterio de HIGHXTAR.
La brecha generacional hace ya tiempo que se abrió hasta un punto tal que, como dice la megafonía del metro al entrar en una estación con el andén en curva, hay que tener cuidado para no caer al vacío… HIGHXTAR. es una revista que representa a la Generación Z, entendida esta como un público joven, urbano y creativo, al que le gusta estar al día en moda, música, arte, cultura y estilo de vida contemporáneo. Y sus gustos, por lo general, son distintos a los de los boomers –que han ejercido un dominio absoluto de las tendencias hasta hace aproximadamente quince años– y a la generación de los millennials. Curiosamente, los gustos de quienes hacen HIGHXTAR. no difieren tanto de los periodistas y críticos especializados que han votado en Forbes. La lista nacional sólo se diferencia por las posiciones… y por un matiz: la incorporación de Recycled J. La internacional, en cambio, sí es más personal, aunque mantiene dos nombres: los de Bad Bunny y FKA Twigs.
rusowsky – «DAISY»
En un mundo donde la nueva posmodernidad se ha convertido en corriente hegemónica, “DAISY”, de rusowsky demuestra que, aunque “todo esté hecho”, aún importa cómo se hace. El álbum de debut del joven músico hispano-bielorruso ha tardado seis años en aparecer, pero la espera ha valido la pena, porque cuando ha llegado, lo ha hecho con una madurez inusitada, y con una velocidad desconcertante: apenas cuatro meses después del lanzamiento del disco, el artista madrileño llenaba en septiembre el Palacio de Deportes de Madrid –ese que ahora llaman Movistar Arena–, con 15.000 seguidores entusiasmados, que ya no son el público del underground en el que se movía hasta ahora.
El disco abraza el “todo vale” para convertirlo en virtud: mezcla ironía y emoción, nostalgia y futuro, ternura y absurdo, en un juego constante de contrastes. Entre choques sonoros y giros inesperados –del Disney orquestal al ruido industrial, del club evaporado a guitarras acústicas, del merengue al rhythm’n’blues glaseado– Ruslán Mediavilla despliega una imaginación desbordante. Colaboraciones como Ralphie Choo, La Zowi o Kevin Abstract amplían un universo que oscila entre la vulnerabilidad y la parodia, siempre filtradas por el autotune, el falsete y un humor que desarma.
Más expansión que ruptura, “DAISY” es el retrato de un artista culto y memético que juega sin miedo en el espacio entre la música de nicho y el pop masivo.
Recycled J – «San Jorge»
Jorge Escorial Moreno, popularmente conocido por el nombre artístico de Recycled J, es un rapero madrileño que se nutre tanto del reguetón y el trap como de la electrónica. Formó parte inicialmente del proyecto de otros dos raperos, Natos y Waor, pero en 2017 lanzó su primer álbum en solitario, “Oro rosa”, y en 2025 ha llegado ya a su cuarto disco, “San Jorge”, el más ambicioso en su carrera, un doble álbum que despliega treinta y una canciones en las que el rapero de Carabanchel se enfrenta a sus demonios internos y exalta sus raíces madrileñas con una narrativa tan cruda como personal.
Inspirado en la simbología de la leyenda de San Jorge, el disco traza una metáfora de lucha interna entre luz y sombra, con beats de rap y trap y toques electrónicos y colaboraciones con nombres como Maikel Delacalle, Khea, Juicy BAE, Soge Culebra y West Dubai entre otros, cada uno de los cuales aporta texturas distintas al universo sonoro del álbum. “San Jorge” equilibra la introspección con la ambición musical: hay versos que abordan pérdidas familiares, reflexiones existenciales y la sombra de la fama junto a momentos de puro ritmo urbano. Su larga duración –algo más de hora y media– le permite tocar diferentes facetas, desde lo más íntimo hasta lo festivo, sin perder coherencia temática ni fuerza emocional. El resultado es un manifiesto artístico que demuestra la madurez de Recycled J tanto en la lírica como en la producción, consolidándolo como uno de los nombres más originales y arriesgados del rap español contemporáneo.
Rosalía – «LUX»
Para cualquiera que no esté familiarizado con la trayectoria de Rosalía, desde sus inicios como experimentalista del flamenco hasta convertirse en una innovadora del pop mundial, “LUX” puede parecer un salto audaz, pero sus semillas siempre estuvieron ahí–véase “El mal querer”, su segundo álbum, publicado en 2018–, y en “LUX” hay mucho más en juego y el equilibrio es más pronunciado. Lo que lo eleva, aparte de sus melodías multicapa, sus ricas composiciones y lo arraigado de su “drama”, es la alegría que lo impregna. Al igual que Björk durante su apogeo en los años noventa, la voz de Rosalía tiene un toque de asombro que te arrastra a su torbellino. Incluso cuando te parte el corazón en dos, como en la floreciente balada de “La Yugular” o en la ascensión al cielo de la canción final “Magnolias”, quieres estar allí con ella.
Guitarricadelafuente – «Spanish Leather»
En su álbum de debut, “La cantera”, Guitarricadelafuente contó con Raül Refree como productor, lo que era garantía de calidad. Pero para su segundo disco, “Spanish Leather” el músico valenciano no ha querido trabajar con el barcelonés… Todo un ejercicio de valentía y un gesto con el que quería demostrar que todas las alabanzas que se le prodigaron con su debut no eran debidas a la excelencia habitual del trabajo del productor detrás de la música más especial creada en España en los últimos quince años. Han pasado tres años desde “La cantera”, pero parece que hubieran pasado muchos más, así de maduro, cálido, hermoso y honesto, se muestra en “Spanish Leather”, consolidándose como un artista de fondo, más preocupado por emocionar –¡escucha esa maravilla que es “Tramuntana”!, con la que acaba el disco– que por deslumbrar.
Amaia – «Si abro los ojos no es real»
Amaia Romero se dio a conocer en Operación Triunfo, pero no es el tipo de artista clónico que triunfa en ese programa, que ha contribuido a reducir a la mínima expresión la calidad artística de los intérpretes de la música española del siglo XXI. Tres años después de “Cuando no sé quién soy”, Amaia continúa con la línea creativa ascendente de una cantautora que poco a poco va consolidando un mundo musical absolutamente personal. En ese camino está consiguiendo mantener un universo propia al mismo tiempo que bordea el territorio habitual de la industria musical más comercial, pero la artista navarra está sabiendo nadar y guardar la ropa, controlando hasta qué punto puede ceder para no perder su independencia creativa, dentro de ese pop cándido que convierte en complejo gracias a una producción atrevida y unas letras que van alcanzando una madurez que se prevé sólida.
Bad Bunny – «DeBÍ TIRAR MàS FOToS»
En la época actual el futuro puede parecer, más que nunca, vertiginosamente desconectado del pasado. Con la integridad absoluta que se ha convertido en su sello distintivo, Bad Bunny volvió a centrar su inestimable atención en sus raíces portorriqueñas para su sexto álbum, en el que canta sobre el sacrificio, la opresión colonial y la importancia de preservar la tradición. Es un conducto increíble, que sintetiza el pasado –salsa, bolero, perreo– con el presente, y que cuenta con la colaboración de artistas locales como RaiNao y Lorén Aldarondo. Por si fuera necesario recalcarlo, “DeBÍ…” también subraya su propio legado y su increíble variedad: desconsolado porque la vida debe terminar algún día en “Baile inolvidable”; enamorado en la rave de “Perfumito nuevo”; aparentemente bañado por la luz de la luna en la intensa “Bokete”
Dejemos que Bad Bunny, el principal teórico del pop sobre el intercambio intergeneracional, cree un álbum tan profundamente moderno y actual que también está explícitamente arraigado en las alegrías de la tradición y las defiende. Todo lo antiguo también fue nuevo en su momento.
Addison Rae – «Addison»
El álbum debut de la antigua estrella de TikTok Addison Rae es una reflexión sobre los múltiples matices de la adolescencia femenina estadounidense del siglo XXI, desde los excesos de la prensa sensacionalista hasta la poesía de Tumblr. Rae rinde homenaje a sus antecesoras musicales, como Britney Spears y Lana Del Rey, pero tiene un estilo propio y ensoñador: es una estudiante incansable, con un talento natural para identificar un mundo vívido y luego habitarlo como si siempre hubiera sido construido según sus especificaciones. La suerte de Addison cambió cuando Charli xcx la invitó a colaborar en un remix, borrando así la imagen juvenil y pegajosa de su fama en las redes sociales.
Su álbum debut ofrecía un synthpop de ensueño más extraño e interesante de lo esperado. El tema inicial, “New York”, comienza con un sonido flotante y efervescente, pero termina en una explosión caótica y contundente; “High Fashion” y “Times Like These” son una alucinación experimental de trip-hop y rhythm’n’blues. El hecho de que Arca remezclara “Aquamarine” lo dice todo.
Tyler, The Creator – «DON’T TAP THE GLASS»
El verano de 2024 fue una auténtica explosión de riqueza en lo que a música pop alegre se refiere; este año, no tanto. Si no fuera por este álbum inteligente, desenfadado y tan bailable de Tyler, the Creator, las listas de reproducción de 2025 habrían carecido por completo de diversión. “DON’T TAP THE GLASS” es un álbum audaz que refuerza su estatus de visionario sonoro. Mezclando jazz, soul, funk y hip-hop con una producción cinematográfica, Tyler construye paisajes musicales ricos y multifacéticos que oscilan entre lo introspectivo y lo exuberante.
Las letras, a veces crípticas y otras profundamente reveladoras, exploran identidad, amor, ambición y vulnerabilidad con su habitual ingenio y sensibilidad. Temas densos y llenos de texturas se alternan con momentos más ligeros y pegadizos, reflejando la dualidad de un artista que nunca se conforma. El uso creativo de arreglos orquestales, sintetizadores cálidos y ritmos impredecibles hace que el disco suene cohesivo y fresco. “DON’T TAP THE GLASS” muestra a un Tyler como narrador emocional de primera y le consolida como arquitecto de mundos sonoros. Un trabajo que recompensa la escucha atenta y reafirma su singularidad dentro del panorama musical actual.
FKA Twigs – «Eusexua»
Mientras que el álbum debut de FKA twigs, “LP1”, discurría lentamente, “Eusexua” es en su mayor parte un álbum techno de ritmo rápido, pasando de una honestidad desgarradora a canciones sobre alegres revelaciones en la pista de baile. Es impulsivo y divertido, pero, al igual que “LP1”, está envuelto en angustia. Después de que los primeros proyectos de FKA Twigs catalogaran obsesivamente los dolores de la codependencia y el estancamiento, “Eusexua” presenta a alguien que aprende a encontrar la fuerza en el movimiento casi constante: después de un verano transformador de fiesta en Praga, ha vuelto juguetona (“Childlike Things”, con nada menos que la cantante, rapera y actriz estadounidense North West como colaboradora), descaradamente erótica (el himno minimalista “24hr Dog”) y con una clara comprensión de lo que significa trascender en una habitación oscura llena de (perfectos) desconocidos: escucha la segunda mitad de “Striptease” y lo entenderás. El último lanzamiento de la bailarina y experimentalista británica es pop a su manera, reflejando la filosofía que subyace a su arte: moverse con el cuerpo para descubrir el corazón.
PinkPantheress – «Fancy Some More?»
En apenas cuatro años, PinkPantheress ha pasado de producir canciones en GarageBand en su residencia universitaria a convertirse en una artista internacional galardonada. No está mal para una joven de 24 años de Bath que se convirtió en una sensación viral en TikTok tras publicar fragmentos de sus canciones sin mostrar su rostro. La británica publicó en mayo “Fancy That”, ridículamente breve –nueve canciones en 20 minutos–, pero repleto de pegadizas melodías y dulces canciones. Unos meses después, apareció su complemento, “Fancy Some More?”, que añadía otros dos discos más: uno de colaboraciones con artistas variados y otro de remezclas con DJ’s y productores, hasta completar hora y media. En cualquier caso nunca ha sonado más ligera, libre, desinhibida y coqueta que en este efervescente ciclo de canciones, que narra la emoción palpitante de un romance incipiente y sugiere que la artista, que en su día fue una revelación, todavía tiene muchos registros nuevos por explorar.
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