Desde su creación en el año 1993, BAPE se ha consolidado como una de las marcas de streetwear más reconocidas en el mundo y seguramente la que más proveniente de Japón. Con su icónico estampado de camuflaje, sus sudaderas con capucha de tiburón, el entrañable BABY MILO y su controvertida zapatilla BAPEsta, la marca lleva tres décadas conquistando corazones. ¿La mente brillante detrás de ella? Tomoaki Nagao, aka Nigo, actual director creativo de Kenzo.

Nigo es uno de esos habituales en la escena underground nipona. Cuando empezó era casi un sujeto pasivo de la  cultura Streewear pero aquello solo era cuestión de tiempo. Después de algunos años trabajando como editor y estilista en la revista ‘Popeye’,  Nigo se unió a su amigo Jun Takahashi, de Undercover, para abrir la tienda ‘NOWHERE’, en el distrito de moda de Tokio, Ura-Harajuku. Ambos se harían muy amigos en el Bunka Fashion College, al que Nigo no atribuye nada destacable ni aprendizaje alguno, salvo el hecho de conocer a Takahashi.

Poco después de abrir la tienda, Nigo llamó a Sk8thing para lanzar su propia marca de ropa, A Bathing Ape, o BAPE. El diseñador gráfico le ayudaría a conformar los elementos que hoy por hoy han hecho de BAPE una marca reconocible en todo el mundo: el camuflaje, el mono y el nombre. 

El nacimiento de BAPE 

 

Para el nombre y el logotipo, Nigo se inspiró por un lado en su película de referencia, ‘El planeta de los simios’. Por otro, el motivo es una referencia a la expresión japonesa «un simio que se baña en agua tibia». Un guiño irónico a la indulgencia excesiva de los jóvenes consumidores de streetwear.

Con la ayuda del «Padrino de Harajuku» Hiroshi Fujiwara, tanto Nigo como Jun Takahashi pudieron impulsar NOWHERE y su influencia en todo Japón. Fujiwara ya era por entonces una figura importante en la escena streetwear japonesa. Entre otras cosas, se le atribuye ser uno de los primeros DJ de hip-hop en Japón. Tal fue la influencia del artista en el joven que precisamente por eso se ganó el apodo de «Nigo», que significa Número 2 -el número 2 de Fujiwara-.

El imperio BAPE 

Durante sus primeros años, BAPE revolucionó la industria con su estrategia, muy novedosa por aquel entonces. Nigo producía camisetas en series de 30-50, la mitad las vendía y la otra mitad las repartía a sus amigos. Lo que un día nació de una necesidad financiera se convertiría en una estrategia de mercado de éxito para BAPE. ¿Por qué? Los amigos de Nigo eran la flor y nata de la cultura urbana japonesa e impulsaban la escena con su mera existencia. La gente, al verles con las camisetas, iba corriendo a ‘NOWHERE’ para tratar de conseguir una de estas prendas. La exclusividad y deseo que marcas como CRTZ o Supreme(ya en menor medida) generan hoy en día fue algo que BAPE dominó desde el principio. La marca tuvo así un éxito rotundo y a finales de los 90 ya se había consolidado como una firma de culto.

Con el comienzo del nuevo siglo, BAPE empieza su incursión en el mercado estadounidense. Por medio de Jacob Arabo, el mítico joyero de todos los rappers, NIGO entraría en contacto con Pharrell Williams. Desde ese momento esta unión creativa irrompible sería una de las más importantes de la historia. El japonés ayudaría a Pharrell en sus marcas Billionaires Boys Club y Ice Cream, mientras que el americano apoyaría a Nigo en la expansión de BAPE en América, creando un nuevo grupo de estrellas que llevarían las prendas entre los que estaban Lil Wayne, Soulja Boy e incluso Notorious BIG, el primero en llevar la marca.

Poco después de llegar a los States, Nigo crea las zapatillas BAPE STA, una réplica irrefutable de las Nike Air Force. La única diferencia en el modelo es que el famoso logotipo swoosh se sustituye por una estrella fugaz. Bueno, eso y el precio, que era muy superior al de las AF1. La gigante del deporte, que ha enviado constantes avisos de violación de derechos de autor y cartas de cease and desist a la compañía japonesa, finalmente Nike interpone la demanda este mismo año por plagio.

Decadencia y salida de Nigo 

En su punto más álgido, el imperio de BAPE abarcaba un gran número de áreas de negocio. Además del retail, contaba con una cafetería, una galería de arte y tiendas dedicadas a otras líneas como el Babymilo, una línea de alta costura femenina Bapy y una tienda de ropa infantil. Pero en 2009, su fortuna se desvanecía y al año siguiente la marca dejó estar de moda y acumulaba una deuda de unos 22,5 millones de dólares. Nigo dejó de ser CEO de la empresa, y vende su participación al conglomerado de moda de Hong Kong I.T por unos míseros 2,8 millones de dólares. Durante los dos años siguientes, Nigo permaneció en BAPE para ayudar en la transición, mientras empezaba con otros proyectos. De forma simultánea, comenzaría con su nueva marca Human Made y se incorporó como director creativo de la línea de camisetas «UT» de Uniqlo.

BAPE hoy 

BAPE se ha consolidado como una marca de culto del streetwear contemporáneo. Aunque hoy no es tan exclusiva como antes ni lleva a cabo una estrategia de escasez, muchas de sus piezas de archivo siguen estando codiciadas en el mercado. 

A la marca nipona no se le puede negar que creó y fue pionera en establecer conexiones fuertes entre el mundo de la música y la moda. Además fue una de las primeras en crear productos lifestyle, lo que permitió a los fans llevar un estilo de vida BAPE. Más allá de ropa y zapatillas, la marca ha producido todo lo imaginable: utensilios de cocina, muebles, ropa de cama, patinetes, comida…  Hoy todas las marcas tienen estos productos, desde Supreme hasta Louis Vuitton o Givenchy, pero BAPE ya lo hizo hace un par de décadas. Aún hoy en día, puedes disfrutar de este tipo de lifestyle incluso en sus cafeterías, pero tienes que estar dispuesto a coger un avión para ello.