En base una perfecta fusión entre la sensualidad y la tactilidad, Alaïa explora una vez más el selfie como vía creativa y/o como un ritual efímero e identitario de la marca que evoca la espontaneidad de la mujer enmarcada dentro de una oda visual más cruda y realista.
‘Para la colección Alaïa Invierno-Primavera, Pieter Mulier explora el tiempo no como un concepto abstracto, sino como una noción material: sus signos y significantes, sus reflejos a través de la moda’, rezan las notas de esta colección en la que el tiempo se convierte en un fetiche contemporáneo.
A través del desfile y la secuencia de selfies, puede apreciarse la colección de Invierno Primavera 2024 de la firma que aborda esos instantes de belleza instantánea a través de una gama de tejidos sinuosos y transparentes delineados de manera nítida y precisa: desde la franela de lana, hasta el lino de algodón, el cuero o el punto transparente y lacado.
La colección que pretende fusionar la sensualidad con el tacto a través de la artesanía se representa en base a una paleta de colores romántica entre el negro, el nude y el rosa, con toques vibrantes en amarillos transparentes, azules bebé y rojos atrevidos que visten sus elegantes vestidos en materiales inusuales como el látex; junto a las prendas exteriores brillantes que los acompañan.
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