La 14ª edición de MIRA Festival cerró este fin de semana con cifras históricas: 14.000 asistentes llenaron Fira Montjuïc durante los días 7 y 8 de noviembre, consolidando al festival como una de las citas más relevantes de Europa en la confluencia entre música electrónica y arte digital.
Con 36 actuaciones musicales y 26 propuestas artísticas, MIRA 2025 reafirmó su apuesta por la vanguardia, la experimentación audiovisual y el diálogo entre tecnología y emoción. La edición más ambiciosa hasta la fecha combinó directos audiovisuales, DJ sets, performances, instalaciones, experiencias de realidad virtual y cine inmersivo.

Un inicio marcado por la inmersión
Desde la entrada al recinto, el público se encontraba dentro de una instalación de láser creada por el equipo de Landscapes, que daba el tono de lo que sería el fin de semana: un recorrido constante entre sonido, luz y movimiento. Los tres escenarios —Voll Damm, DICE y Landscapes— ofrecieron una programación equilibrada entre nombres consolidados y propuestas emergentes, siempre con una atención especial a la parte visual.

El primer gran momento llegó con Oneohtrix Point Never, que junto a Freeka Tet presentó un directo hipnótico y fragmentado, entre lo performativo y lo digital. Poco después, Floating Points desplegó su espectáculo audiovisual junto a Hamill Industries, con un nivel de sincronía técnica que convirtió el escenario en una escultura de luz en tiempo real.
La jornada alcanzó uno de sus puntos más altos con el regreso de Flying Lotus, que presentó un nuevo show audiovisual de escala cinematográfica, confirmando su dominio absoluto de la narrativa visual. En otro registro, Ali Sethi + Nicolas Jaar sorprendieron con una colaboración íntima, donde las raíces del folklore pakistaní se entrelazaron con la experimentación sonora y la voz de Jaar.

De los directos a la pista
El segundo día estuvo marcado por el dinamismo. John Maus ofreció un directo impredecible y emocional, mientras Erika de Cassier llenó de elegancia el escenario con su mezcla de R&B y electrónica minimalista. La noche se transformó en club con Marie Davidson, que combinó spoken word y techno con energía cruda, y Aurora Halal, que mantuvo el pulso con su característico sonido ácido.
Uno de los momentos más celebrados fue el set conjunto de Lechuga Zafiro & Verraco: Hyperverbena, un homenaje al club latinoamericano que conectó de inmediato con el público. También destacaron las actuaciones locales de Sylvia, el colectivo Latineo (AMANTRA b2b M8ntse), y los proyectos res_ y nara is neus, que abrieron el festival con sensibilidad y precisión.
La pieza audiovisual Dichotomies of Rhythm de LANAV + PROXIMA destacó por su sutileza técnica y su enfoque narrativo, convirtiéndose en uno de los trabajos más comentados del fin de semana.

Un recorrido entre arte, tecnología y cuerpo
Fuera de los escenarios, el MIRA 2025 consolidó su identidad como festival de arte digital. Las 26 instalaciones distribuidas por todo el recinto convirtieron el tránsito entre espacios en una experiencia inmersiva.
Entre las más comentadas, Perros de Lolo & Sosaku, una instalación robótica que exploraba el control y la vigilancia; la creación lumínica algorítmica de Ferran Belmon (Cíclic), que jugaba con la percepción de la luz; la propuesta sonora envolvente de Lumus Instruments; y la intervención láser a gran escala del colectivo Gnomalab, que cerraba el recorrido con un despliegue visual imponente.

Los abonos Early Bird para MIRA 2026 saldrán a la venta próximamente en mirafestival.com.
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