A través de un espacio que combina patrimonio, tecnología y diseño, la casa relojera llega al antiguo Garaje Traversi de la ciudad italiana para llevar el enfoque de venta al por menor experiencial a un nivel superior.
Con un total de cinco plantas completamente renovadas que mantienen la estética del emblemático lugar original, la nueva AP House situada en Milán se caracteriza por ser un lugar sofisticado donde priman la comodidad del hogar y las relaciones humanas. Y es que la primera debutó en la misma ciudad hace ya siete años, concretamente en la Via Pietro Verri, con el objetivo de reforzar la presencia de la Manufactura en Italia en algunos de los diseños más icónicos como el Royal Oak y el Royal Oak Offshore.
Con esta inauguración, Audemars Piguet ya suma 20 sedes repartidas por todo el mundo en grandes ciudades como Nueva York, Shanghái, Tokio, Barcelona, Múnich, Tokio o Londres, siempre ubicándose en las calles más vibrantes de las urbes. En el caso de Milán, la Via Bagutta ha sido considerada como un enclave distintivo, a pocos metros de la Piazza San Babila y la calle Montenapoleaone. Ahí encontramos el antiguo Garaje Traversi, el primer aparcamiento de varias plantas de la ciudad diseñado por Giuseppe de Min y que estuvo en funcionamiento desde 1939 hasta 2003. Tras varios años en desuso, fue sometido a un cuidado proceso de remodelación que consiguió devolverle el prestigio y convertirle en uno de los puntos de referencia más destacados de Milán.
La superficie de la nueva AP House, de más de 1.600 m2 repartidos entre la quinta y la novena planta, ofrece una perspectiva fresca y una experiencia sin precedentes en un concepto original que encarna la esencia milanesa. Ha sido diseñada en colaboración con Lissoni & Partners, reconocido estudio de arquitectura y diseño de interiores, manteniendo la elegancia, la armonía y la coherencia de cada uno de los minuciosos detalles que la componen y que se inspiran en el entorno natural del Valle de Joux, donde se encuentra la sede de Audemars Piguet.
“Audemars Piguet gave me the alphabet of the project, outlining its various facets to imagine a hybrid space that could be at once a home and a club, a place to read books and enjoy culture and food. A place to discover watches, but not always and not only. Above all, a place inspired by Milan and its history. It is with this narrative in mind that I began to design this project” – Piero Lissoni
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