Bianca Saunders(@biancasaunders) nos traslada a sus orígenes caribeños en su FW23 a través de una estampa costumbrista. En una esquina, un pequeño bar con un mostrador de azul es el lugar de reunión de los modelos, que se sientan de vez en cuando para charlar y tomar una copa de whisky. Música jamaicana, risas… bienvenidos al patio de recreo de Saunders.
Si se menciona ‘Oliver at Large‘ a alguien criado en un hogar jamaicano, es probable que se le escape una risita de complicidad. Y Bianca Saunders lo sabe de buena tinta; por eso, su colección decide rendir homenaje a esta sitcom reproduciendo los diálogos de varios sketches mientras los modelos caminan por la pasarela.
En este ambiente familiar, la propuesta de Bianca Saunders también se reduce a la vida ordinaria. Sus prendas cotidianas se revelan, contrario a lo que pudiese parecer, como cualquier cosa menos comunes. Manipuladas artísticamente mediante líneas retorcidas, estampados y proporciones sutilmente extrañas, las piezas se revisten con matices lúdicos.
Es la primera vez que la diseñadora,que hasta ahora se había limitado a redefinir los códigos del vestuario masculino, presenta piezas femeninas. Remarcable también es, el desmarque que se va haciendo más notable cada temporada de la sastrería más absoluta para liberar la silueta con piezas menos rígidas.
Bianca Saunders FW23 también presenta una segunda cápsula de piezas de la colaboración con Ecco, expertos en piel, como parte de AT-Kollektive. La cápsula entre la diseñadora y los maestros de la piel incluye zapatos, bolsos en forma de tienda de campaña y una selección de piezas clave de la colección que encarnan el espíritu sutilmente irreverente de la marca.
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