El romanticismo oscuro se convierte en statement: un ocaso mental que vibra entre lo etéreo y lo devastador. Para la Primavera-Verano 2026, Blumarine se sumerge en una fantasía pop teñida de literatura gótica y cuentos de amor envenenados. David Koma proyecta el magnetismo nocturno dentro del ADN romántico de la casa, desplegando un juego de opuestos donde la emblemática mariposa se entrelaza con la libélula estacional: símbolos que mutan en técnicas, texturas y contrastes. El resultado: dulzura que se oscurece, oscuridad que se vuelve adictivamente dulce.
Los vestidos de georgette en flou se dilatan en volúmenes dramáticos, mientras los bordados de mariposa sobre satén se desgarran con acabados crudos que insinúan destrucción y renacimiento. El tul elástico, bordado y tensionado, se convierte en telaraña sensual; las blusas fluidas recuerdan alas desplegándose entre lo frágil y lo monstruoso. El print de mariposa se distorsiona hasta camuflajearse en leopardos o infiltrarse en vestidos de tul plumeti con aplicaciones de macramé: metamorfosis visual en estado puro.
El drama textil se eleva en faldas de tafetán escalonado con mariposas que flotan como humo tóxico. El contraste brilla en tops de punto con mangas fruncidas y aplicaciones 3D de lentejuelas cristalizadas. El insecto reina: en bordados multicolor, en minivestidos de georgette, en espinas bordadas sobre un vestido negro hasta el suelo, en chaquetas asimétricas que simulan alas en pleno vuelo. Incluso el tailoring se infecta: pantalones ajustados revelan encajes ocultos; las cargo en lona con cuellos de borrego reformulan la utilitarian attitude en clave gótica, entre tonos de rosa lavado y verde salvia.
Como buen Koma-move, el hardware irrumpe y corta la fluidez. Cruces XL incrustadas en cristales fake se convierten en joyería-arma: collares, gargantillas, pendientes y body chains con insectos brillando como tótems oscuros. Los sujetadores metálicos funcionan como armaduras minimal, con libélulas colgando en petos brillantes. El metal, piel paralela, se extiende a brazaletes martillados y puños industriales. Incluso las sunglasses con lentes de mariposa vienen cargadas de studs y cruces colgando del puente.
Los accesorios expanden el relato: el messenger bag de lona perforada se decora con insect-charms, mientras mochilas de cuero se moldean en forma de mariposa. El icónico bolso media luna, debutado en Resort 2026, reaparece en cuero con cut-outs wing o ribetes de borrego. En los pies: stilettos en satén pulido, tachonados con insectos de cristal; botas hasta la rodilla con costuras que evocan la silueta del salón clásico; y kitten boots forradas de borrego en un mix entre perverso y naïf.
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