En un giro que oscila entre el performance art y el reality check corporativo, el CEO de Boombastic, Marino González, y su community manager —el ya mítico Bombi— han decidido convertir la gestión de redes sociales en un duelo público de alto voltaje. Spoiler: hay un millón de euros y un puesto de trabajo en juego.
Todo comenzó el jueves 5 de junio. Marino cuestionó en redes el alcance de los últimos posts de Bombi. Un comentario que, en otro contexto, habría pasado desapercibido… Pero Bombi, lejos de esconderse tras un Excel de métricas o un GIF evasivo, lanzó el órdago: “¿Y si llego a los 30.000 likes, qué te juegas?”
La respuesta fue brutal: 10.000 abonos del festival. Valor estimado: un millón de euros. Si no lo consigues, pierdes tu trabajo. Así, sin anestesia. 1.000.000 € en entradas sobre la mesa. Un empleo. Y la dignidad del marketing digital en juego.
Ahora mismo, el feed de Boombastic es una cuenta atrás emocional: ¿alcanzará Bombi el objetivo? ¿Habrá despido en directo? ¿Se convertirá Boombastic en el Robin Hood de los festivales, regalando entradas como si fueran flyers en una rave?
Mientras tanto, el internet observa, juzga y le da al like. Y nosotros solo podemos decir: la revolución no será televisada, pero sí streameada. Por si acaso, ¿alguien tiene LinkedIn Premium para Bombi?
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