De como un chaval de barrio ha convertido el underground en mainstream, y a él mismo en un icono de la moda. Analizamos la figura de Antón desde Crema hasta la última actualización de C. Tangana.
Ya en 2006 Puchito empezaba a subir sus beats en Youtube, para más tarde formar Agorazein con -entre otros- el prota de las pegajosas aventuras Sticky M.A. De ahí, a lanzar temas como solista bajo el nombre de C. Tangana, dando paso a ese rap en ‘Nada‘ o ‘C.H.I.T.O‘ que nos mantenía en la adicción. Una escena difícil en la que ha evolucionado por mil como artista, rompiendo con todos los esquemas y fronteras que limitaban la escena urbana en España.
Iniciarse en el rap, elevar el trap o experimentar con el R&B, el reggaeton, el pop o el dembow hasta llegar a crear sonidos hasta ahora inexistentes. Mixes con flamenco y quejíos, ecos de jazz, alma latina a fuego y feats con Dellafuente, Niño de Elche, Becky G, Rosalía o Jesse Baez. Un estilo camaleónico indefinido en estilos y registros que hace que ninguno de sus temas se parezcan, que cada uno esté ambientado en un lugar y en una movida totalmente distinta.
Más allá de los beefs con Yung Beef, ha lanzado infinidad de versiones que han pasado de sonar en la calle a todas las plataformas digitales a nivel global. Todo ello gracias -asimismo- a productores como Steve Lean o Alizzz, mano derecha con el que ha llevado a cabo proyectos como ‘Avida Dollars‘ o ‘Ídolo‘. También gracias a Sony Music, multinacional con la que firmó ‘el contrato más caro de to el gremio‘ en el 17’.
De llorar en la limo a rapear en las calles, hablar en K’S o actuar en el universo de pastel de Eduardo Casanova. Pero más allá de su carrera musical y todas esas performances ambientadas en mundos totalmente distintos, la moda ha sido un pilar esencial en la vida de Pucho, sobretodo, en los últimos años.
Antón ya empezó en ‘Alligators‘, dándole un refresh 360 a Lacoste, pasó por elevar el chándal a la cima para acabar desfilando en París Fashion Week en el debut de Casablanca brand. Pero gran parte del mérito estético actual se lo debe a Alex Turrion (@alexturrion_), estilista que le ha vestido con firmas como Gucci, Heron Preston, Fendi, Raf Simons o Balenciaga, así como le ha conectado de manera permantente con la moda Made in Spain a través de Loewe, ManéMané, Maria Ke Fisherman o Shoop Clothing. Outfits muy trash, muy arte que acompañan de manera visual todo ese imaginario del ‘spanish jigga‘ que se encarga de fotografiar Javier Ruiz.
Javier (@javierruiz69), ya en lo alto del bloque, se ha convertido en uno de los artistas esenciales que influencian la carrera de Pucho. Él fue el encargado de retratar la famosa campaña de ‘Ídolo‘ en la que Tangana aparecía enfundado en un total look de Loewe o de disparar todo ese universo de arte, ego, moda y dinero que envuelve la vida del madrileño ‘espabilao’, a través de tonos de luz, esencia retro y estética vibrante.
Así, gracias a toda esas referencias que conectan la vida del artista, y de su talento, C. Tangana ha llegado a construir el ídolo que la escena urbana necesitaba.
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