En el universo del maquillaje, todos tenemos ese producto que, aunque sabemos que debería haber sido sustituido hace tiempo, seguimos aferrándonos a él como si de un objeto de culto se tratara. Quizá sea ese lápiz labial que usas desde hace años, la paleta de sombras Naked que te trae recuerdos, o esa base que, aunque ya no tiene la misma consistencia, sigue siendo tu favorita. Pero, seamos honestos, el tiempo pasa factura y, más allá de lo sentimental, hay reglas muy claras que marcan el momento en que es absolutamente necesario decirle adiós a tu viejo compañero.
Desde irritaciones y brotes hasta infecciones bacterianas, los cosméticos caducados pueden tener efectos devastadores en tu piel. Y si eres de las que cree que si no huele mal ni se ve raro, todo está bien, es hora de replantearse esa teoría. Hablamos con expertos de la industria para saber cuándo es el momento adecuado para decirle adiós a tus productos de maquillaje y por qué no deberías esperar más. Porque al final, invertir en productos frescos no solo es un lujo, es una inversión en tu piel.
Fechas de caducidad: la regla no negociable
Es cierto que muchos de nosotros vivimos en la negación cuando se trata de la caducidad de los cosméticos. Pero la realidad es otra: los productos de maquillaje tienen una vida útil, y ignorarla puede traerte más problemas que beneficios. “Los productos cosméticos tienen un ciclo de vida claro: desde que los abres, empieza el conteo”, explica Ron Robinson, químico cosmético y fundador de Rhode. Aunque el tiempo varía dependiendo del tipo de producto, en general, se recomienda cambiarlo después de un año de abierto. Para los más estrictos, las marcas también incluyen el PAO (Período Después de la Apertura) en los envases, que te indica los meses recomendados para su uso tras abrirlo. Y si tu cosmético entra en contacto con áreas delicadas, como los ojos, la cosa se complica aún más. No te la juegues.
Delineadores y máscaras de pestañas
Si eres de las que conserva su máscara de pestañas como si fuera una reliquia, mejor piénsalo dos veces. Estos productos, que entran en contacto directo con tus ojos, son los primeros en caer en la lista de “ya no sirven”. “Los productos para los ojos, como la máscara de pestañas y los delineadores, deben desecharse después de seis meses de uso”, recomienda Robinson. Los ojos son áreas extremadamente sensibles y, si no quieres acabar con una infección ocular por aferrarte a tu delineador favorito, es mejor hacer limpieza a tiempo. Además, ¿tu delineador de ojos ya no desliza como antes o tu máscara está más grumosa que tus stories de lunes por la mañana? Eso es una señal clara de que has cruzado la línea de la caducidad.
Bases y correctores
Todos tenemos esa base de maquillaje con la que nos sentimos invencibles. Esa que cubre todo y no nos abandona ni en el día más largo. Pero, lamentablemente, hasta los productos más fieles tienen fecha de vencimiento. “La base y los correctores duran entre seis meses y un año, dependiendo de la marca”, nos cuenta Amanda Gabbard, maquilladora profesional. Si tu base empieza a oler raro, tiene una textura extraña o cambia de color (algo común en la oxidación), ya es hora de despedirse de ella. Recuerda: si tu base ya no se adapta al tono de tu piel, lo único que está haciendo es resaltar imperfecciones que antes no veías. En resumen, es hora de un upgrade.
Productos en crema
Los productos en crema son los más traicioneros de todos. Tienen una vida útil corta, pero también son los que nos dan el acabado más glowy y natural. Sin embargo, su humedad los hace más susceptibles a la proliferación de bacterias. “Los productos en crema, como el colorete, las sombras y los iluminadores, suelen durar entre seis y ocho meses antes de que empiecen a deteriorarse. Y con ellos, el riesgo de irritaciones en la piel”, advierte Gabbard. Si notas que tu crema en barra o tu sombra en crema se ha vuelto más pegajosa, se separa o simplemente no tiene la misma textura sedosa, es hora de renovar tu colección.
Productos en polvo
Los productos en polvo son los más longevos de todos. Las sombras de ojos, los polvos compactos, los bronzers y los blushes pueden durar entre uno o dos años sin problemas, siempre y cuando los mantengas en buenas condiciones. La clave está en evitar la humedad y el calor excesivo, que son los principales factores que aceleran su deterioro. Si no hay cambios en el color ni en la textura, y el producto sigue siendo fácil de aplicar y tiene un acabado impecable, puedes seguir usándolo. Pero si empiezas a notar que el polvo se desintegra o se ha quedado pegado al aplicarlo, es momento de hacer un refresh.
¿Por qué es crucial hacer limpieza de tus productos?
Aferrarte a un producto de maquillaje caducado es un riesgo innecesario. Más allá del tema estético, los productos en mal estado pueden ser responsables de infecciones, irritaciones, brotes y alergias. Sin mencionar que un maquillaje que ya no está en su mejor forma nunca dará el acabado que buscas. Si realmente te importa tu piel, es hora de darle lo que necesita: productos frescos, efectivos y seguros. Cambiar tu maquillaje con regularidad no solo es una cuestión de salud, sino también de rendimiento. No te quedes con lo que ya no funciona solo por nostalgia.
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