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Daniel Roseberry continúa redefiniendo el traje femenino desde el universo surrealista de Schiaparelli

Este Otoño-Invierno, la sastrería de Schiaparelli se funde con la iconografía del Oeste para explorar un nuevo lenguaje.

Daniel Roseberry continúa redefiniendo el traje femenino desde el universo surrealista de Schiaparelli

Desde los icónicos trajes de Elsa Schiaparelli con hombros marcados y cinturas ceñidas hasta las reinterpretaciones de Roseberry, la sastrería ha sido siempre uno de los pilares fundamentales de la maison. En esta temporada, ese pilar de marca adopta un nuevo aire: chaquetas esculpidas con hombros muy marcados, cinturas ceñidas con hebillas doradas y pantalones de corte bota que redefinen la silueta de la mujer Schiaparelli.

El diálogo entre el savoir-faire parisino y el espíritu del Oeste es fruto de la realidad del propio Roseberry: un diseñador tejano instalado en Place Vendôme que entiende la moda igual que Elsa en su momento sí, pero también de los tiempos de ahora. En Lone Star, la feminidad adopta nuevas proporciones, y el exceso habitual de las creaciones de la casa se modula hasta rozar la sensación de estar ante una escultura.

Si las colecciones de Alta Costura en la casa exploran esa teatralidad y nos hacen soñar—corsés de oro, volúmenes imposibles, bustiers anatómicos, vestidos hechos de chips electrónicos…—, la línea RTW canaliza la misma energía pero hacia un estilo casual; la fantasía surrealista se traduce en el patrón, en la tensión de las pinzas, en el gesto medido de una cintura ceñida…

El tailoring actual ya no representa a una mujer constreñida, si no con ganas de comerse el mundo. En esta era post-minimalista, donde firmas como BalenciagaMugler o The Row reinterpretan el traje de forma más minimalista, Schiaparelli ofrece una visión más emocional y escultórica, más ruidosa pero aún así sofisticada.

Cada pieza de la colección —ya disponible en los Salons Schiaparelli de la 21 Place Vendôme, y en espacios HarrodsBergdorf GoodmanNeiman Marcus o el Mandarin Oriental Dubai Jumeirah— encarna esa dualidad entre exceso y defecto.

El resultado es un manifiesto, no silencioso pero casi, de una sastrería que convierte el cuerpo en arquitectura humana.

El espíritu del desfile Otoño/Invierno 2025 de Schiaparelli vuelve materializado en la nueva versión del Secret bag.

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