Autor: Laura Pérez ( @laurappz ) | Suena Run D.M.C en la radio. Son los 80 y atardece en el 125 de Harlem, o en el lugar en el que Dapper Dan -sin saberlo- va a trasgredir las pautas de la moda de toda una era. El icónico sastre vuelve 25 años más tarde de la mano de Gucci, para cerrar el ciclo de la moda que él mismo inició: el del streetwear de lujo.
Dapper (@dapperdanharlem) se inspiró en la calle y en las necesidades de la black community, que aspiraba vestir de la alta costura algún día. Al no poderse permitir ese tipo de diseños, Dan empezó a versionar logos de firmas como Louis Vuitton, Gucci, Halston o Chanel, con la finalidad de inyectar el lujo en la pobreza.
El hip hop empezaba a crecer y a mutar de subcultura a cultura. Se había convertido en un estilo de vida en el que la base era el sueño de triunfar y salir del guetto, y la luz al final del tunel siempre era el oro, la ropa y la moda (Fresh Dressed, 2015). El Harlem quería reflejar un poder económico inexistente a través de la moda. Se trataba de la expresión de una aspiración que Dapper Dan llegó a materializar en una realidad.
‘Ser fresh era mucho más importante que tener dinero‘, dice Kanye West. Y es que ‘ser fresh’, o vestir con ropa personalizada, arriesgada y excéntrica era estar dentro de la hip hop culture, estar dentro de la vida. El diseñador vistió así a la comunidad negra de NY en los 80, que llegaba a robar en tiendas o casas e incluso a matar por unas Jordan, un Louis Vuitton o la última chaqueta que había sacado Ralph Lauren.
La estética de los excesos caracterizó la era que estaba viendo nacer a Biggie, 2 pac o Snoop Dog, las principales caras de las firmas o campañas del momento como Tommy Hilfiger o Ralph Lauren. A la par, empezaban a surgir los diseñadores de ropa urbana, y la libertad de expresión y la democratización a través de la moda se hacían cada vez más fuertes.
Dapper Dan, absorbió cada una de las influencias/tendencias de la fashion system y copió la moda de la alta costura, pero a través de diseños totalmente propios que se alejaban de la inspiración inicial. La ropa que llevaba a cabo, exclusiva y personalizada, hablaba y decía todo lo que la comunidad necesitaba. Cueros, pieles y colores se fusionaban con infinidad de texturas y estampados de lujo. Asimismo, sellaba logos en camisetas, sneakers o multitud de prendas y elementos random como tapicerías de coches, que se convertían en material de soporte para la customización de Dapper.
La tienda ‘Dapper Dan’s Greatest Creations‘ personalizaba looks para la comunidad del Harlem, en la que se encontraban raperos como Public Enemy o Salt-N-Pepa, gángsters o narcos. También, diseñaba para crews enteras que querían reflejar una identidad común a través de sus ‘freshy looks’.
Dapper, ya bautizado como ‘the hip hop tailor of Harlem‘, llegó a convertir el taller en el gran imperio de la moda urbana de lujo. Abrió la tienda 24/7, y lo hizo durante 8 años seguidos.
Tras este periodo en el high de la industria textil, firmas afectadas como Louis Vuitton, Fendi y Gucci, llegaron a denunciarlo por plagio. Así, en 1992, Dapper se quedó en la ruina por copiar logos y robar la identidad de otras marcas sin tener derechos de reproducción.
Lo que Dan no iba a esperar nunca es que 25 años más tarde Gucci le fichase para ser la imagen de su última campaña otoño-invierno de Men’s Tailoring. También, para diseñar una colección cápsula que acaba de salir a la venta.
Gucci -Men's Tailoring | Campaing
El tributo no acaba aquí: Alessandro Michele (@lallo25) -director creativo de Gucci-, el pasado mes de mayo de 2017, quiso hacer un homenaje al diseñador, reversionando un abrigo de pelo con maximangas en las que Dapper había sellado por completo el logo LV; Michele sustituyó el anagrama por la doble G. La chaqueta que subió a la pasarela en el desfile Crucero 2018, fue muy polémica por acusaciones de falsificación, cuando realmente se trataba del reconocimiento de la historia de una firma que aboga por la cultura y la autoexpresión.
El diseñador de la casa italiana también va a financiar la reapertura del famoso taller de Dapper Dan, para que los orígenes de la moda de lujo sigan su ciclo y se fundan con el universo streetwear actual, que alaba el arte de la falsificación textil y la parodia de las firmas de la haute couture.
Así vemos como las reminiscencias del rap, de la moda neoyorquina marginal han hecho arder la fashion system; ya lo hizo Marc Jacobs subiendo al estrado cadenas de oro y el icónico sombrero Kangol. Pero ahora ya no importa como las firmas conciban el universo streetwear, porque el villano de la moda ha vuelto y lo ha hecho para romper con lo establecido una vez más. Estad atentos.
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