Cayó el viernes noche, y en medio de un loft de Manhattan como escenario, Dion Lee desplegó su propuesta para AW23 titulada ‘Second Skin’. Una colección en forma de exploración estilística y reptiliana dentro de las formas arquitectónicas y esculturales de la marca de culto australiana.
Citando las referencias siguientes: «serpiente, culebra, escama, reptil, muda, desenredo, ouroboros, etc.», comenzaba este nuevo episodio protagonizado por el director creativo de referencia de la escena vanguardista, mediante herrajes de diamantes con ojales de escamas o pieles de reptil grabadas en botas de cuero y accesorios XXL. El tinte japonés shibori adoptó aquí un aspecto serpentiforme, mientras que los estampados de escamas texturizadas ofrecieron dimensión a piezas como tops o abrigos de cuello.
EL ACTO DEL DESNUDO
La noche la viste Dion Lee. Un statment que puede verse reflejado en esta oda a la vida nocturna o a la cultura clubber en su versión más libre y experimental. Una en la que juega con el acto de vestirse y desnudarse, o de exhibir la piel y cubrirla entre texturas de reptil o escamas de piel de serpiente.
En sincronía con ese espíritu salvaje, se presentaron una serie de piezas gráficas de cocodrilo en blanco, rosa chicle o negro en faldas maxi y mini, chaquetas con cremallera o bodies de malla con guantes incorporados.
Las asimetrías, transparencias y la deconstrución volvieron a colisionar en esta colección en la que predominan los vestidos transparentes y sensuales, así como las siluetas que envuelven los cuerpos como si fuesen una segunda piel. Por otro lado, las piezas básicas se deconstruyen imitando ese proceso de mudación con el que Lee explora nuevas técnicas sartoriales, como podemos ver asimismo reflejado en el desgaste del denim.
Todas esas transparencias o zonas descubiertas del cuerpo se cubrieron con una selección de outerwear que incluye puffers transflúcidos, chaquetas de burbujas de vinilo, minichaquetas angulosas de shearling o chaquetas de cuero marcadas por la sastrería distintiva del diseñador. La ropa de abrigo recibió entonces prioridad, así como lo hicieron los jerséis opacos o cortados como corsés combinados con pantalones de cintura baja.
El show llegó a su fin, pero la fiesta continuó en la Boom Boom Room de The Standard: un club en el que Dion Lee acabó de cerrar este círculo estético y conceptual con el que eleva la marca a un nuevo estatus.
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