La primera vez que Daft Punk nos llevó a otro planeta fue con Interstella 5555: The 5tory of the 5ecret 5tar 5ystem, una de las obras más atrevidas y memorables de la animación, que sigue marcando la pauta 20 años después. Todo comenzó con One More Time, el primer single de Discovery (2001), que no solo revolucionó el dance, sino que nos introdujo en un universo visual y sonoro absolutamente único. Tras el colosal éxito de Homework (1997), el dúo francés aprovechó los escasos huecos entre gira y gira para embarcarse en proyectos paralelos, como D.A.F.T.: A Story About Dogs, Androids, Firemen and Tomatoes (2000), un recopilatorio de sus primeros videoclips, donde el genio de Michel Gondry y la creatividad de Spike Jonze ya dejaban claro que Daft Punk no veían la música como algo aislado, sino como una experiencia total. Pero a ellos les quedaba claro que algo faltaba. Las piezas sueltas de D.A.F.T. no eran suficientes; querían algo más grande, más cohesivo, un álbum visual que acompañara Discovery.
El concepto estaba claro: un mediometraje de animación que se convirtiera en el alma visual del disco, algo que en 2023 consideraríamos un «álbum visual», pero que, en ese momento, parecía una idea completamente revolucionaria. Para hacerla realidad, Daft Punk reclutó a los mejores: Cédric Hervet, su hombre de confianza, se encargó del guion y del diseño de los personajes, mientras que Kazuhisa Takenouchi, de Toei Animation, asumió la supervisión visual, creando un estilo inspirado en clásicos del anime como Space Battleship Yamato (1974) y Galaxy Express 999 (1978), pero con una visión futurista que encajaba a la perfección con la atmósfera cósmica de Discovery. Sin embargo, como era de esperar, el proceso no fue rápido: mientras que One More Time se completó en tiempo récord, el resto de Interstella 5555 exigió más tiempo. De hecho, la película no vería la luz hasta mayo de 2003, justo a tiempo para su debut en el Festival de Cannes, después de varios años de trabajo.
Aunque nunca tuvo un estreno en España, Interstella 5555 fue proyectada en 2004 en el In-Edit Barcelona, donde encontró a su público fiel, que con el tiempo convirtió la película en un auténtico objeto de culto. El pasado febrero, con motivo del tercer aniversario de su ruptura, Daft Punk celebró la proyección de la película en Twitch, y la buena acogida de la iniciativa ha llevado a que la película regrese ahora a los cines. Pero no todo es tan idílico como parece. En un giro algo inquietante, se ha rumoreado que la reciente restauración en 4K que Toei y Wild Bunch han realizado de la película podría contener trazas de inteligencia artificial generativa, lo que sería una contradicción flagrante con los valores que Daft Punk han defendido desde sus inicios, tanto en Discovery como en Interstella 5555.
El año pasado, Thomas Bangalter, uno de los miembros del dúo, explicó que la evolución imparable de la IA fue una de las razones clave por las que Daft Punk decidieron disolverse: «Lo quiero ser en el mundo en el que vivimos», dijo, «en 2023, es un robot». Así que la pregunta sigue en el aire: ¿seguimos siendo humanos en un mundo que cada vez se acerca más a la máquina?
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